Un tercio de la fuerza laboral (formal e informal) de la Argentina, reside en hogares pobres. El empleo ya no es un escudo contra la pobreza en parte por la disminución del salario real de los últimos 10 años y la ineficacia de las políticas gubernamentales. Entre los 20 millones de personas empleadas, se estima que 6,5 millones están viviendo en condiciones de pobreza.
El informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) revela una tendencia alarmante, con el porcentaje de trabajadores ocupados en situación de pobreza disparándose del 11.5% en 2012 a un impactante 32.5% en 2023. Este aumento desmedido se ha exacerbado aún más en el primer trimestre de 2024, en medio de una economía volátil y precios de bienes básicos disparados.
Lo más preocupante es que esta problemática no discrimina entre trabajadores formales e informales. La brecha se extiende a través de géneros y edades, con mujeres y hombres ocupados afectados por igual, y la pobreza golpeando a jóvenes, adultos y adultos mayores por igual.
La época de Mauricio Macri provocó el mayor disparó de la pobreza entre los trabajadores
Tras la crisis económica de 2004, el porcentaje de trabajadores ocupados que vivían en situación de pobreza experimentó una marcada disminución, cayendo del 37.8% en ese año al 11.5% en 2012. Sin embargo, a partir de ese momento, estos indicadores comenzaron a aumentar nuevamente, alcanzando el 18.1% en 2016, y luego experimentaron fluctuaciones antes de incrementarse bruscamente durante los últimos dos años del gobierno de Mauricio Macri, llegando al 27.8%.
Durante la gestión de Alberto Fernández, esta tendencia se intensificó aún más, llegando a su punto máximo del 32.5% en 2023. Un aspecto notable es la entrada en la pobreza de individuos de la clase media baja, quienes permanecen en esa situación debido a la falta de oportunidades para mejorar su situación económica, incluso trabajando más horas.
Los trabajadores que componen la pobreza actual son las mismas personas o los descendientes directos que cayeron en la pobreza en 2001, con la distinción de que aún mantienen empleo en la actualidad.
Hacia diciembre del año pasado, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), aproximadamente el 41.7% de la población se encontraba por debajo del umbral de la pobreza. Dentro de este grupo, uno de cada cuatro personas, se encontraba en la categoría de indigencia, lo que significa que no contaban con los recursos necesarios para adquirir la cantidad mínima de alimentos para sobrevivir.