México dio la bienvenida al personal de su embajada en Ecuador, que regresó el domingo al país, dos días después de que la instalación fuera allanada por la policía en un acto que desencadenó una abrupta ruptura diplomática y provocó la condena generalizada sobre la nación sudamericana.
El viernes por la noche policías y soldados ecuatorianos irrumpieron en la embajada de México en Quito para arrestar al controvertido exvicepresidente Jorge Glas, quien se refugió durante meses allí y había recibido ese mismo día el asilo formal por parte de funcionarios mexicanos.
En una ceremonia en el principal aeropuerto de la capital mexicana, la canciller Alicia Bárcena agradeció la solidaridad mostrada hacia México por 18 gobiernos latinoamericanos —casi toda la región y que abarcó a distintas divisiones ideológicas—-, así como 10 naciones europeas, Estados Unidos y Canadá.
Tras dar la bienvenida a un par de docenas de miembros del personal de la embajada que fueron trasladados en avión de regreso a México, la diplomática también arremetió contra la «agresión física» de las autoridades de Ecuador a la embajada y reiteró los planes de buscar más reproches internacionales para el Gobierno del presidente Daniel Noboa por el incidente, informó Reuters.
Condenado por corrupción
La embajadora de México en Ecuador, Raquel Serur, acompañó el rechazo de Bárcena en la ceremonia. «Presidente Noboa se equivocó por tomar una decisión que no solo rompe con todo lo establecido de las convenciones internacionales, si no implica el desconocimiento de la realidad de su pueblo», afirmó Serur.
Además, señaló que el mandatario ecuatoriano «no entiende» qué personas pueden recibir protección de asilo sin determinar su inocencia o culpabilidad. Glas fue arrestado por la policía ecuatoriana tras allanar la embajada por nuevos cargos de corrupción que enfrenta el exfuncionario.
La semana pasada, Noboa había declarado a Serur persona non grata debido a lo que denominó comentarios «desafortunados» del mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador. Este último, había comentado sobre la elección presidencial del año pasado en Ecuador, sugiriendo que la manipulación de los medios tras el asesinato de un candidato provocó la derrota de su compañero de izquierda.