El presidente de la Argentina, Javier Milei, será una de las figuras destacadas en la próxima edición de la Feria del Libro, donde presentará su obra «Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica». La noticia ha generado gran expectativa y polémica, especialmente debido al contexto de debate sobre el desfinanciamiento del área de cultura en el país y la eliminación del Ministerio de Cultura, que hoy es una pequeña secretaría en el Estado.
La confirmación de la participación de Milei en la Feria del Libro llega en un momento de intensas discusiones sobre el rol del Estado en el ámbito cultural. El director del evento, Ezequiel Martínez, admitió que se sorprendió por la presencia del presidente en el marco de un gobierno que, según sus palabras, muestra indiferencia hacia la cultura.
Martínez destacó la importancia de la presencia de Milei en la Feria del Libro, recordando sus exitosas participaciones en ediciones anteriores que atrajeron a numerosos seguidores. Sin embargo, esta vez será diferente, ya que Milei asistirá en calidad de presidente, lo que se espera que genere aún más interés y atención.
La decisión del Gobierno de no destinar fondos al stand oficial de la Feria del Libro ha generado controversia, especialmente considerando la importancia del evento como uno de los más relevantes en el ámbito cultural de habla hispana. El secretario de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli, justificó esta medida como parte de una distribución cuidadosa de recursos en tiempos de restricción presupuestaria.
La presencia del mandatario argentino se presenta como un momento clave para el debate sobre el financiamiento cultural y el papel del Estado en la promoción de las artes y la literatura. Se espera que su participación atraiga la atención tanto de sus seguidores como de aquellos interesados en el futuro de la cultura en todo el país.
El ajuste presupuestario de Milei en la cultura
Entre las medidas del economista se encuentran la eliminación del Instituto Nacional del Teatro (INT) y del Fondo Nacional de las Artes (FNA), lo cual representa una medida delicada que también afecta a sectores como la música, el cine y las bibliotecas populares. Además, se planteó la retirada de la financiación para el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Instituto Nacional de la Música (Inamu) y la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip).
Una de las propuestas más controvertidas es la derogación de la Ley Nacional del Teatro (24.800), la cual establece el apoyo estatal a la actividad teatral por su contribución a la cultura. Estas medidas incluyen también recortes en el presupuesto del INCAA, con la suspensión de contratos y horas extras y su cierre temporal por auditorías.