El presidente Javier Milei encabezó un nuevo acto junto a la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, y parte de su gabinete de ministros. En esta oportunidad, el encuentro se desarrolló en Aeroparque, Ciudad de Buenos Aires, para recibir la donación de un avión Hércules de parte de las Fuerzas Armadas norteamericanas. De esta forma, se consolida una alianza más fuerte con Argentina luego de que el jefe de Estado apoyara la instalación de una base naval estadounidense en Ushuaia.
A pesar de las críticas en redes sociales, se volvió a entonar el himno de los Estados Unidos después del argentino. Posteriormente, la primera en tener la palabra fue Richardson, quien destacó el deseo del presidente en alinearse con el país. «El presidente [Joe] Biden y el secretario Austin nos encomendaron a mí y a otros funcionarios viajar a la Argentina para continuar fortaleciendo nuestra relación bilateral, que ya lleva 201 años», profundizó.
Al subrayar que su vínculo reposa «en un compromiso inquebrantable» con el respeto a los derechos humanos y el Estado de derecho, la jefa militar indicó que algunos de estos valores son «objetos de ataque tanto aquí, en el hemisferio occidental, como en el resto del mundo». «Estos retos menoscaban las instituciones democráticas y, al mismo tiempo, la confianza de la población. Este es un llamado a la acción«, apuntó.
Así, Laura Richardson le hizo la entrega de la aeronave C-130 a la Argentina. «Se trata de una aeronave probada y fiable para el transporte de efectivos y operaciones austeras en pista. Es una aeronave perfecta para la Fuerza Aérea Argentina y sus operaciones», culminó.
Las palabras de Javier Milei
A continuación, el presidente Javier Milei agradeció la donación y la demostración de cooperación entre naciones. «Este avión nos ayudará a sostener el enlace aéreo permanente con nuestras bases antárticas y nuestras islas del Atlántico Sur, afianzando así nuestra presencia interrumpida en el continente blanco», inició el jefe de Estado.
«Argentina y los Estados Unidos son naciones fundadas al calor de las mismas ideas, casi al mismo tiempo, ambas con una frontera infinita por conquistar. Esto nos hace compartir, en parte, un ADN cultural común, que fue plasmado por los padres fundadores de ambas naciones en nuestras primeras Constituciones. Una tradición que tiene en sus bases las ideas de la libertad, la defensa de la vida y la propiedad privada», profundizó.
Ante ello, subrayó que se trata de «una tradición de la que nunca nos tendríamos que haber apartado» al rememorar a la Argentina del siglo XIX. «Extraviarnos de ese camino nos costó 100 años de fracaso y nos condeno de pasar de punta de lanza a furgón de cola de Occidente. Pero lo más grave es que nos condena a la miseria económica y a la irrevelancia. Nuestros vecinos se desarrollan y nosotros nos estancamos», agregó.
«Nuestra alianza con los Estados Unidos, demostrada en estos primeros meses de gestión, es una declaración de la Argentina para el mundo. Luego de décadas de discursos rimbombantes y pactos espurios, Argentina ha decidido reinsertarse al concierto de las naciones. Siempre serán bienvenidos a nuestro suelo para empujar las causas de la libertad», culminó.