Rosario Central le ganó 1 a 0 a Peñarol en su debut en la Copa Libertadores 2024, pero lo que pasó en el partido quedó en un segundo plano al lado de los incidentes vividos antes y después del encuentro. Previo al inicio, hinchas de Central agredieron a los de Peñarol lanzando vallas de la tribuna superior a la inferior, desatando locura y caos. Y tras el encuentro, el futbolista uruguayo Maxi Olivera recibió una salvaje agresión que lo hizo sangrar en la cara.
«Estoy bien. Gracias por los mensajes. Más allá del dolor y los puntos de sutura, todo bien», escribió Olivera en sus redes sociales luego del drama que vivió. El futbolista se había acercado con sus compañeros a saludar a la hinchada, pero desde la tribuna de Central le arrojaron un proyectil. «Dolido por el resultado, que creíamos que merecíamos algo más. Pero con mucha bronca por el pésimo trato que recibió nuestra hinchada, nuestra gente. Una vergüenza. Pero todos juntos vamos a dar pelea en todos lados», agregó Olivera.
«Cuando los jugadores nuestros van a saludar a la hinchada, recibir una piedra de ese tamaño es una locura. La doctora de Conmebol vio al jugador en el momento, veremos qué medida se toma», expuso a su vez el presidente del Manya, Ignacio Ruglio, en TyC Sports. Y llevó tranquilidad por la salud del jugador. «Olivera no tiene ningún hueso roto, le dolía mucho la cara. Gracias a Dios pudimos hacer una ecografía y no había huesos rotos, pero sí la contusión».
En redes sociales, en Peñarol mostraron la imagen de la piedra que habría impactado en el rostro de Olivera. Aunque en Central aseguran que fue un encendedor. «Yo agarré la piedra, se la mostré al veedor. Hubo discusiones, pero no era eso lo grave. Estuvo a un centímetro del ojo», dijo Ruglio. «Vamos a ver los informes de los veedores y hacer nuestro descargo contando lo que nos tocó vivir. Más allá de lo que pueda pasar después, lo que les hicieron pasar a los hinchas de Peñarol…», agregó el presidente.
«Ya había empezado hace varios días, era una locura el espacio que le habían dado a Peñarol. Se los habíamos advertido. Todo lo que tocó vivir a la gente, nos sacaron a dar una vuelta por todo Rosario, nos hicieron llegar 20 minutos tarde. Cosas de la copa de los 80, que en los tiempos de ahora no deberían correr», se quejó el presidente de Peñarol contra Central.