La tranquila ciudad de Rosario se vio sacudida por una serie de ataques incendiarios que sembraron el caos en la madrugada del sábado, dejando al menos trece vehículos calcinados en diversos puntos de la urbe. Estos actos de violencia, aparentemente coordinados, han generado preocupación en las autoridades locales y nacionales por estar direccionados a Patricia Bullrich y Maximiliano Pullaro.
Los incidentes comenzaron a intensificarse alrededor de las 2 de la madrugada, extendiéndose por áreas de la zona sur y el macrocentro de la ciudad. Lugares como Santiago al 3800, Turín al 4500, Italia al 3800, Mitre y pasaje Wagner, Gutenberg al 1500 y La Paz al 3300, fueron algunos de los blancos de estos ataques, informó NA.
Testigos presenciales relataron haber visto a un grupo de individuos arrojando combustible sobre un vehículo Citroen C4, el cual fue incendiado posteriormente. Gracias a la rápida intervención policial, se logró detener a dos hombres y una mujer, quienes quedaron bajo custodia judicial.
Según fuentes locales, un grupo autodenominado «Los Rosarinos» ha reivindicado la responsabilidad de estos actos vandálicos. Previamente, este grupo había dejado mensajes amenazantes dirigidos al Ministerio de Seguridad de la Nación en al menos tres pasacalles este mes.
Las amenazas no se limitaron a los vehículos quemados. En un escalofriante giro, los autores de estos actos dejaron mensajes dirigidos a figuras políticas de relevancia tanto local como nacional. La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y el ministro de Seguridad y Justicia de la provincia, Pablo Cococcioni, fueron blanco de estas intimidaciones. En las notas dejadas en la escena del crimen, se advierte sobre posibles «muertos inocentes» si no se atienden sus demandas, específicamente relacionadas con restricciones en las visitas y llamadas telefónicas en las cárceles provinciales y federales.
Un mensaje, en particular, rezaba de manera escalofriante: «Bullrich, Pullaro y Cococcioni, esto es por ustedes queremos que vuelvan las llamadas y las visitas si no vamos a seguir matando inocentes«. Firmado: “Los rosarinos”.
Estos actos vandálicos parecen estar vinculados a la reciente decisión del juez federal de Morón, Jorge Rodríguez, de restringir el contacto del jefe narco Ariel «Guille» Cantero y su sobrino Uriel Cantero, tras descubrir que realizaban llamadas desde el teléfono oficial de la cárcel de Marcos Paz.
La situación ha generado una gran preocupación tanto en la ciudadanía como en las autoridades, quienes buscan identificar y llevar ante la justicia a los responsables de estos actos criminales que amenazan la seguridad y la tranquilidad de la población. Se espera que en las próximas horas se brinden más detalles sobre el desarrollo de la investigación y las medidas a tomar para garantizar la seguridad en la ciudad.