Directo, tajante y sin pelos en la lengua. De esta manera fue como se mostró Christian Fredes. Se trata de un exparticipante de Cuestión de Peso, el programa que actualmente lleva adelante Mario Massaccesi a través de la pantalla de Canal Trece. En diálogo con Juan Etchegoyen en Mitre Live, lanzó fuertes acusaciones.
«Tengo en mi poder un testimonio de una persona que va contra un programa de la televisión argentina. La denuncia es por abandono y la demanda pública es contra Cuestión de Peso. La víctima se llama Christian Fredes que ahora lo voy a saludar porque va a hablar por primera vez pero es grave todo lo que me contó en privado”, comenzó aseverando el presentador.
“Él fue participante del ciclo en 2012 y desde el 2017 está pidiendo ayuda. Tiene 39 años y pesa 270 kilos. Nadie le responde del programa y como no le queda otra va a exponer su situación. Yo vengo hablando estos días con Christian que le da cierto pudor salir a contar lo que le pasa pero no le queda otra posibilidad porque si sigue sin contar esto se va a morir, así te lo digo porque me lo dijo él. Es mentira dice Christian que cuando te vas del programa seguís con las puertas abiertas pero lo va a contar él en primera persona. Por primera vez habla Christian y cuenta su calvario”, lanzó Juan Etchegoyen.
Fue allí cuando se escuchó la palabra de Christian. «Estoy decepcionado por las cosas que se dicen porque yo en ese programa bajé 76 kilos y con el tiempo fui sumando peso. Yo vengo pidiendo ayuda hace siete años y me dan la espalda en Cuestión de Peso. Siento que me me dejaron tirado en el peor momento y al borde de la muerte», dijo.
«Mi denuncia no abarca a ningún integrante del ciclo como Cormillot. Mi denuncia es contra el programa y la productora. Nunca llegó la ayuda que necesito. Las obras sociales no me toman porque estoy pesando 270 kilos, te ven así y no te toman. A mi una persona de ese programa me mandó a una salita a que me vaya a ver, imaginate mi indignación”, comenzó diciendo el hombre visiblemente angustiado.
«Estoy al borde de morirme y me doy cuenta de eso, sueño todos los días a ver si mañana no me despierto y eso me preocupa un montón. Intento todos los días cambiar pero es difícil convivir con la comida, es una adicción. Llamé en su momento para ver si me pueden dar una mano y desde 2017 que nadie me responde. Y encima después me vino la pandemia y eso me mató mal. Y hay muchos chicos que están en mi situación que el programa no les contesta. A mi me da vergüenza contar lo que me pasa pero prefiero eso a no despertarme mañana y la vida se nos termina rápido», sentenció con dolor.