El expresidente argentino, Alberto Fernández, arremetió contra el actual mandatario argentino, Javier Milei, criticando duramente el manejo del reciente conflicto diplomático con España. Fernández advirtió que las acciones y declaraciones de Milei como acusar de corrupta a la esposa del presidente español, Pedro Sanchez, están poniendo en «grave riesgo a la Argentina».
En una reciente entrevista con Radio 10, Fernández señaló: «Le pido al presidente que recupere la sensatez», instando a Milei a tomar decisiones más prudentes. La controversia se intensificó después de que Milei afirmara que «España no es independiente del accionar del kirchnerismo», sugiriendo una conspiración promovida desde Argentina para desestabilizar el país. Fernández refutó estas acusaciones y las calificó de «desdén» y «payasada».
Durante la entrevista, Fernández destacó que los comentarios y viajes internacionales de Milei, en lugar de mejorar, han empeorado la situación y subrayó: «Milei tiene una mirada de la economía paleolítica. No se enteró que la Guerra Fría terminó y sigue hablando como si existiera el comunismo». Además, criticó la falta de resolución de problemas con China tras la visita de la canciller de Milei y lamentó el deterioro de las relaciones comerciales con Brasil.
El dirigente peronista de 65 años también cuestionó las decisiones recientes en política exterior: «Se cometió un error al no entrar a los BRICS porque dicen que China y Brasil son comunistas», y preguntó: «¿Para resolver los puntos con el FMI tenemos que hacer este estrago?».
La preocupación de Alberto Fernández por el conflicto salarial de los policías en Misiones
El abogado y exdocente de la UBA también mencionó otros problemas internos, incluyendo el descontento en Misiones debido a los bajos sueldos: «Nos preocupa también Misiones, gente que se está levantando porque no le alcanzan los sueldos». Luego criticó duramente la gestión económica de Milei y sentenció: «Cuando me fui la desocupación en todo el país era de menos de 6 puntos y tuvimos 3 años consecutivos de crecimiento de la industria».
Finalmente, Alberto Fernández insistió en que su gobierno no fue corrupto y defendió las auditorías y eliminaciones de programas que realizó su administración: «El nuestro no fue un gobierno corrupto, que puede haber un caso aislado de algún funcionario puede ser, no puedo poner las manos en el fuego por todos los empleados de la administración pública». Reiteró su compromiso con la justicia y declaró: «Voy a ir a Tribunales para demostrar que lo que están diciendo es mentira».