Caso Fernando Báez Sosa: Máximo Thomsen habló desde la cárcel y afirmó que “no” se siente un asesino SOCIEDAD El Intransigente

SOCIEDAD

Caso Fernando Báez Sosa: Máximo Thomsen habló desde la cárcel y afirmó que “no” se siente un asesino

Uno de los cinco rugbiers condenados a prisión perpetua brindó una entrevista televisiva para intentar exculparse del crimen de Fernando ocurrido en enero de 2020 en Villa Gesell.

Máximo Thomsen rompió el silencio y habló desde la cárcel de Melchor Romero sobre el crimen de Fernando Báez Sosa, ocurrido el 18 de enero de 2020 en la localidad balnearia bonaerense de Villa Gesell. El joven que hoy tiene 23 años es uno de los cinco rugbiers condenados a prisión perpetua por el hecho. En una entrevista que brindó a Telenoche (El Trece), Thomsen dio su versión de lo sucedido y trató de exculparse del crimen, a la vez que acusó a algunos de sus compañeros.

“Nunca se me pasó por la cabeza que podía matar a alguien. (En Zárate, de donde es oriundo tanto él como el resto de sus compañeros) Veía las peleas con baldosas y cosas, y eso sí era chocante. Uno cree que necesita algo para terminar con la vida de alguien. No siente que con las manos o con el cuerpo puede llegar a cierto extremo. No lo tuve presente en algún momento”, remarcó Thomsen, intentando desprenderse de la premeditación, algo que tomó en cuenta el tribunal para juzgarlo.

Seguidamente, y entre lágrimas, afirmó: “No me siento un asesino”. No obstante, los jueces lo encontraron como uno de los coautores del asesinato de Báez Sosa. Seguidamente, señaló a Matías Benicelli, Ciro Pertossi y Enzo Comelli como protagonistas de la golpiza. Asimismo, intentó desacreditar conclusiones del juicio y despegarse de una prueba contundente: la huella de su zapatilla, impresa en la cabeza de Báez Sosa.

Thomsen afirmó que llegó borracho al club nocturno Le Brique, donde se encontraron con Báez Sosa. Luego, declaró que Fernando inició la pelea dentro del boliche. “Me acuerdo que estaba agarrado de la barra, de espaldas a la pista y siento que alguien se había caído encima. Era Matías (Benicelli), que se estaba agarrando la cara. Me doy vuelta, le pregunto y me dice que le pegaron. Ahí al toque lo agarra un seguridad, lo levanta del cuello. Yo le digo: ‘Por favor, dejalo que lo vas a matar’, y me dice: ‘¿Qué sos? ¿El amigo?’. Le digo que sí y dice: ‘Bueno, sáquenlo a él también’”, expresó Thomsen, al tiempo que negó haber participado de la pelea dentro de la discoteca.

“En ese momento desconocía quién le había pegado a Matías. Después me enteré que fue Fernando que le había pegado. Y después me enteré que Matias estaba separando a él con otra persona que nunca supe quién era. Los estaba separando. Y cuando le puso la mano en el pecho y se ve que se había sentido amenazado y le pegó una piña en la frente”, continuó el zarateño con su relato.

Además, aseguró que él no fue a planear represalias contra Báez Sosa. También apuntó a sus amigos por haber protagonizado otra pelea fuera del boliche. Si bien las cámaras lo tomaron pasándose el dedo por el cuello, como insinuando venganza, él dijo este martes: “No fue un gesto de amenaza. Yo me quiero sacar al seguridad del cuello. No tuve contacto visual con Fernando”, sobre quien agregó que hizo “burlas” a uno de sus amigos.

“Inmediatamente que se terminan de pelear me dicen: ‘Ya fue, vamos’, y me doy vuelta y atino a cruzar la calle. Y cuando estoy cruzando escucho que uno le había pegado y veo que van corriendo un amigo en una ronda de ocho personas y yo me metí”, dijo Thomsen sobre la gresca en el exterior del boliche, precisamente en la vía pública.

Sobre el altercado, dijo: “Enzo le pega la primera piña a Fernando porque era el que le había pegado a Matías y yo fui atrás a meterme en el grupo. Siento que me pegan en el mentón y empiezo a tirar patadas al aire. Después me enteré que yo le había pegado a Fernando y es algo que pasó. No me voy a esconder de algo que pasó. Desde el primer día quise contar todo, pero nunca me dieron la oportunidad. Siempre nos decían que no, porque podía usarse en mi contra. Quería contar que había sido partícipe pero sin ninguna intención”, se escudó.

Fue allí cuando sostuvo que “no” se siente un asesino, ante la pregunta del periodista de Telenoche. Inmediatamente, se quebró al recordar a Báez Sosa. “No me siento asesino. Es una palabra muy fuerte. La vi en todos lados y pensar que te están comparando con gente que matan por matar, que después los ves acá adentro, que lo cuentan como normal y que se van a los dos años. A mí me nombran de la misma manera y no quería que pasara esto. Si pudiera hacer algo, sería volver el tiempo atrás para que nadie pierda la vida”, manifestó.

Además de Thomsen, quien deberá estar preso hasta 2070 -sin posibilidad de conseguir salidas transitorias ni lograr la libertad condicional-, también Comelli, Benicelli, Luciano Pertossi y Ciro Pertossi recibieron prisión perpetua en febrero de 2023 por el crimen de Báez Sosa. Por otra parte, recibieron sentencias Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi, pero a 15 años de cárcel como partícipes secundarios del homicidio.

De ese grupo, Thomsen pareció alejarse este martes con sus declaraciones. “Con el grupo que fuimos a Gesell sólo íbamos de vacaciones. Era un grupo ocasional. Tengo muchos grupos de amigos, algunos del colegio y otros de la universidad, éste era un grupo sólo para ir de vacaciones”, indicó el zarateño, quien posteriormente afirmó no haber pateado la cabeza de Báez Sosa con éste tirado en el suelo.

De hecho, Thomsen es el apuntado como principal agresor de Fernando a raíz de una contundente evidencia presentada por la fiscalía: la huella de una zapatilla, que quedó impresa en el rostro del joven muerto. De hecho, todos los videos de las cámaras de seguridad y de testigos que filmaron lo ubican en la escena del crimen. Por ello es que Thomsen está señalado por la Justicia como quien asestó la patada mortal.

Respecto a ello, Thomsen dijo que él “solamente” entró a “tirar patadas, sin noción de lo que hacía”. “Sólo sabía que me metía en una pelea”, apuntó. Y agregó: “No lo pateé en la cabeza. Fue Ciro (Pertossi), pero se comprobó que esa patada no llegó a impactar. Siempre se dijo que fui yo, pero no era”. No obstante, luego remarcó: “Sinceramente no recuerdo mucho, sólo que entré pateando”. “Cuando vi en el juicio mi zapatilla dije que sí que era mía. Pero realmente quiero que si somos culpables de algo que nos culpen por lo que pasó, no por algo que no pasó”, puntualizó.

“Jamás se me había ocurrido por la cabeza que Fernando había muerto”, aseguró Thomsen. Tras lo cual dijo: “Me enteré al otro día cuando nos hicieron el allanamiento. Nos tiraron al piso: ‘¿Ustedes saben por lo que estamos haciendo esto?’, y ahí nos dicen. Entré en conciencia cuando dormí en la comisaría la primera noche. Sentía que vivía en una pesadilla”, concluyó.

Salir de la versión móvil