Los restos de la referente de Madres de Plaza de Mayo–Línea Fundadora, Nora Cortiñas, son velados este viernes en una Casa de la Memoria y la Vida que funciona en el predio de un excentro clandestino de detención y tortura de la última dictadura militar, en la localidad bonaerense de Castelar.
Según informó la Municipalidad de Morón, partido en el que residía Cortiñas, el velorio será hasta las 19 horas de este viernes, en la ex-Mansión Seré, ubicada en Santa María de Oro y Blas Parera. La defensora de derechos humanos falleció el jueves a los 94 años tras una internación de varios días en una sala de Terapia Intensiva del Hospital de Morón, publicó NA.
«Norita había sido intervenida quirúrgicamente el pasado 17 de mayo en el Hospital de Morón por una hernia que se sumó a otras patologías que agravaron el cuadro», aseguró su familia a través de un comunicado en el que informaron su deceso. «Su especial sensibilidad y su ideario indiscutido en defensa los que menos tienen hizo que se ganara el respeto y cariño incondicional de los pueblos», agregaron.
En este sentido, manifestaron: «Queremos transmitirles que Nora estuvo acompañada y sostenida por el amor de su familia hasta el último momento y agradecemos todas las expresiones de reconocimiento y afecto que ella recibió a lo largo de su vida, y que a nosotros nos abrazaron amorosamente en estos días tan difíciles».
Su lucha y las Madres de Plaza de Mayo
Cortiñas empezó su camino como destacada referente en la lucha por los derechos humanos cuando se unió a Madres de Plaza de Mayo a raíz del secuestro de su hijo Gustavo Cortiñas, ocurrido el 15 de abril de 1977. Tras la desaparición de sus hijos durante la dictadura argentina, las Madres de Plaza de Mayo se dividieron en dos facciones: la Línea Fundadora, liderada por Nora, y la Asociación Madres de Plaza de Mayo, bajo el liderazgo de Hebe de Bonafini.
Ambas organizaciones comparten el dolor y la búsqueda de justicia, pero difieren en su estructura y enfoque. La Línea Fundadora mantiene una estructura horizontal y se enfoca en la memoria y la búsqueda de los desaparecidos, mientras que la Asociación, con una estructura vertical liderada por Bonafini, adoptó una postura más política y confrontativa.
Estas diferencias se hicieron evidentes en 1986, cuando la Línea Fundadora se separó de la Asociación debido a desacuerdos sobre la participación política y la estrategia de lucha. Mientras la Línea Fundadora priorizaba la búsqueda de sus hijos y la memoria, la Asociación se involucró más en la política partidaria.
Además, la Asociación, bajo el liderazgo de Bonafini, logró una mayor visibilidad y recursos, gestionando una infraestructura que incluye una fundación, una universidad y una radio. La Línea Fundadora, por su parte, mantuvo un perfil más bajo y se centró en la búsqueda de la verdad y la justicia. A pesar de sus diferencias, ambas organizaciones han jugado un papel fundamental en la lucha por los derechos humanos en Argentina.