DÍA DE LA ESCARAPELA - Un símbolo a llevar con honor SOCIEDAD El Intransigente

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DÍA DE LA ESCARAPELA – Un símbolo a llevar con honor

Hoy en día vemos pasmados, cómo el binomio gobernante utiliza a tajo y destajo este símbolo sagrado que debe llevarse con honor y solo debieran usar los limpios de corrupción.

R. Federico Mena-Martínez Castro

Se trata del primer emblema patrio del país, y representa de manera indudable el sentimiento nacional usado en momentos de transición hacia nuestra independencia, cuando la misma no podía ser manifestada directamente.

Desde la Revolución de Mayo los colores celeste y blanco sirvieron de distintivo a los criollos, y la historia nos cuenta que, desde el primer momento los independentistas, cautelosos, llevaban el retrato de Fernando VII que había caído en manos de Napoleón Bonaparte, junto a una cinta blanca que simbolizaba la unión entre españoles y americanos y, según algunos autores, precisamente ésta fue la cinta que repartieron French y Berutti, ya que nuestra escarapela aún no había nacido.

Según Bartolomé Mitre, French entró en una de las tiendas de la Recova y tomó varias piezas de cintas blancas y celestes, armando a cierto número de patriotas con tijeras, y apostando piquetes en las avenidas que daban a la plaza, con la orden de no dejar entrar a nadie más que a patriotas, para hacerles poner el distintivo (Mitre).

Fue Berutti el primero en colocar en su sombrero los colores de la patria que serían los de la futura bandera.

Naturalmente que esta no fue la escarapela definitiva, cuya creación correspondió a Manuel Belgrano que, por aquel tiempo estaba acantonado en la ciudad de Rosario sobre el río Paraná.

La ambición por la independencia era ya insostenible, y había que dar salida a esta ebullición; en estos trámites anduvo Juan Martín de Pueyrredón antes de 1810.

En su nacimiento la Revolución de Mayo no reflejó un sentimiento demasiado abarcativo, sino más bien reflejaba el sentimiento de un grupo que permanecía todavía indiferente.

Posteriormente Belgrano se dirigió al gobierno, es decir al Primer Triunvirato, integrado por Chiclana, Paso y Sarratea, con la secretaría de Bernardino Rivadavia, solicitando la creación de este símbolo que fue aprobado sin dilación. La respuesta al pedido: ” Parece que es llegado el caso de que se sirva declarar la Escarapela Nacional que debemos usar para que no se equivoque con la de nuestros enemigos”.

Fue el 18 de febrero cuando el Primer Triunvirato aprobó la feliz iniciativa resolviendo : “El gobierno en acuerdo de hoy, ha resuelto se reconozca y use por las tropas la Escarapela Nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, que deberá componerse de dos colores, blanco y azul celeste”.

Hay una carta de Cornelio Saavedra a Juan José Viamonte del 27 de junio de 1811 que decía: “Si nosotros no reconociésemos a Fernando, tendría la inglaterra derecho, o se consideraría obligada a sostener a nuestros contrarios que le reconocen y nos declararía la guerra del mismo modo que si no detestásemos a Napoleón”.

Por aquellos tiempos Inglaterra estaba aliada a España en contra la Francia de Bonaparte, que había invadido la metrópoli española y capturado al rey. Si no hubiéramos actuado de esta manera los británicos se hubieran visto obligados a solidarizarse con su eventual aliado.

De manera entonces que los revolucionarios dela patria trabajaron por la emancipación encubiertos tras la ficción de lealtad al rey español.

Hasta ese momento las tropas criollas y las españolas llevaban los mismos uniformes, utilizando los mismos pendones, creando confusión en la lucha.

La propuesta de nuestro general fue aceptada con fecha 18 de febrero de aquel año como dijéramos anteriormente, y así pudo abolirse la roja con que en tiempos pasados se distinguían.

El 23 de febrero Belgrano hacía colocar en el pecho de sus soldados la nueva insignia.

Para festejar el día de la escarapela, el Consejo General de Educación fijó el día 19 de mayo, por arrancar en esa fecha las recordaciones de los grandes hechos cumplidos en la Semana de Mayo de 1810, y porque según la tradición, las mujeres del partido de los criollos enarbolaron con orgullo, ramitos de violetas azules y de junquillos blancos sobre sus rebozos del mismo color. Los hombres lucían en sus chalecos similares colores.

Hoy en día vemos pasmados, cómo el binomio gobernante utiliza a tajo y destajo este símbolo sagrado que debe llevarse con honor y solo debieran usar los limpios de corrupción.

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