MODO, la billetera digital que agrupa a los principales bancos privados, denunció a Mercado Libre ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia por abuso exclusorio de posición dominante en perjuicio de consumidores, comercios y otros actores del mercado. El conflicto viene escalando desde hace un tiempo desde el problema de la interoperabilidad de los códigos QR, ya que Mercado Libre impide pagar con otras billeteras virtuales.
En la denuncia presentada ante la CNDC, MODO aporta un gran número de pruebas y documentos contundentes que demuestran con claridad las conductas abusivas y exclusorias que llevan a cabo Mercado Libre SRL (MELI), Mercado Pago, Servicios de Procesamiento SRL y MercadoLibre, Inc.
Qué denuncian los bancos a Mercado Libre
La plataforma es conformada por los principales bancos públicos y privados, como Macro, Santander, BBVA, Galicia, ICBC, Nación y Ciudad, entre entre otros (el único grande que no parte es Banco Provincia). Entre dichos comportamientos destacan la negativa a incorporar billeteras digitales competidoras en su marketplace, dejándole la exclusividad a Mercado Pago y negando el acceso a aquellas que solicitan ser iniciadoras de pagos en la plataforma.
“Las conductas abusivas de Mercado Libre, detalladas en la denuncia, generan efectos negativos para el mercado, maximizando desproporcionadamente sus ganancias a costa de contraer la oferta de valor para los usuarios por la falta de competencia”, detalló Santiago Eraso Lomáquiz director de legales, compliance y asuntos públicos de MODO.
“Hay una negativa a incorporar billeteras digitales competidoras. Mercado Libre impide el uso de billeteras digitales competidoras de Mercado Pago en su marketplace, negando el acceso a aquellas que solicitan ser iniciadoras de pagos en la plataforma”, detallan como una de las conductas en la denuncia. También hay una negativa a incorporar agregadores competidores.
De acuerdo con informes elaborados por terceros independientes, enfatizó MODO, las compras efectuadas a través de Mercado Libre representan el 80% del comercio electrónico minorista en Argentina. Por lo tanto, esta venta atada permite el apalancamiento anticompetitivo en múltiples efectos de red, restringiendo gravemente la libertad de elección de los comercios y los consumidores.