Fuertísimo fue lo que tuvo lugar en Mañanísima. El programa que lleva adelante Carmen Barbieri a través de la pantalla de Canal Trece. Allí, se escuchó el crudo relato de Gladys La Bomba Tucumana, quien contó lo que está viviendo con su novio, quien lucha contra una grave enfermedad.
«A mí hijo lo crié muy bien, con amor, con trabajo. Siempre vio en su casa a su mamá laburando, sacrificándose, llevándole al colegio y diciéndole todos los días antes de dormirse que lo amaba. Hay gente que a veces no entiende cómo somos tan unidos, uno los ha criado con tanto amor», comenzó diciendo sobre Tyago.
«Tu pareja está enferma…», le dijo Carmen Barbieri. «Él tiene cáncer. Fue en la época del covid, fue a hacerse un chequeo, yo también me lo hice. Él lo hizo por el trabajo, ahora tiene 37 años. En los estudios le salió que tenía un tumor adentro de su abdomen», comenzó diciendo Gladys.
«No tenía ningún síntoma. Inmediatamente lo operaron… hasta hoy ha tenido tres operaciones. Él se hace los chequeos porque está enfermo… Yo en la segunda operación ya lo conocía. Nos fuimos de vacaciones y no se sentía bien y se acababa de operar. Se sentía mal, tenía fiebre, se hizo de nuevo los chequeos y de vuelta tenía un tumor de siete u ocho kilos. Ahí lo desahuciaron. Le sacaron otra vez el tumor, a los cuatro meses volvió a salirle y ya comenzó con quimio», sostuvo.
«Yo no te quiero hacer llorar, porque yo me pongo a llorar cuando hablo de estas cosas de la vida… ¿Él te dejó porque estaba enfermo?», quiso saber Carmen Barbieri. «Sí. Por teléfono me lo dijo. Sabía que tenía que iniciar un tratamiento, el doctor que lo atendía le dijo ‘andá a morirte a tu casa’, algo así, no le dio ninguna esperanza de vida quien lo había operado», comentó la Bomba.
«Él decía que yo no me merecía esto. No quería que yo lo viera así, pasando por una quimio. Cuando volví de una gira se había ido de mi casa. Estuvimos separados cuatro meses. Sufrí tanto, le imploré tanto a Dios y a él que me dejara acompañarlo. Él vino para quererme. Nunca esperé llorar en el hombro de mi hijo. Ahora estamos viviendo juntos, yo lo acompaño en todo. Él está cansado de sufrir, se dializa, tiene un solo riñón. Es duro hablar de esto así, a esta hora… Pero no hay que abandonar», acotó Gladys.
