Luego de su separación de Santiago Bal, quien la engañó con una vedette de su compañía llamada Ayelén Paleo, Carmen Barbieri no volvió a salir con nadie más. Si bien recientemente admitió que habría empezado a conocer a alguien, poco después reveló que siente algo por un reconocido actor, declaraciones que revolucionaron a la farándula.
“Me molestaron tanto que lo voy a decir, le dicen el Puma y es el Puma Goity que lo amo”, admitió Carmen Barbieri en Mañanísima, el ciclo que conduce para Canal Trece, luego de ver Cyrano, la obra que el Puma Goity presenta en el Teatro San Martín. Desde el programa fueron a buscar al actor para conocer qué es lo que él siente por la humorista.
Carmen declaró que sentía algo por vos, que le gustabas”, le preguntó el cronista de Mañanísima, a lo que el Puma Goity respondió: “No, Carmen salió fascinada con el personaje. Y sí, el Cyrano enamora perdidamente. Una divina, ella es una compañera entrañable, la amamos todos. Vino al teatro como pocos”
“Pocos compañeros van al teatro y ella va. Tengo el honor de que le haya encantado. Voy a estar pronto en el piso, los voy a ir a visitar”, agregó el actor. “¿Del Puma no, del Cyrano?”, insistió el notero, a lo que el Puma Goity replicó con una sonrisa: “No, de Cyrano, del Puma no, mi amor en diez minutos se te pasa, es un café y se te pasa Carmen, olvidate. Todo el país hablaba de eso, así que imagina, es divina, la amo, ¿cómo no la vas a amar a Carmen? Además repercute en boletería así que hermoso».
Carmen Barbieri abrió su corazón
Luego del estreno de Cuestión de Peso (Canal Trece), Carmen Barbieri se vio movilizada y se sinceró sobre su dura historia de vida. «Tuve 44 kilos de más. Me costó tener sobrepeso, es muy duro estar gordo para todo: para el amor, para el trabajo, para con los hijos. El espejo no existió durante mucho tiempo para mí. Yo pasaba y no me miraba. No los tapé pero es muy duro, no me quería ver en el espejo, se me llenan los ojos de lágrimas», comenzó.
«El espejo no existió durante mucho tiempo para mí. Yo pasaba y no me miraba. No los tapé pero es muy duro, no me quería ver en el espejo, se me llenan los ojos de lágrimas. Perdoname, yo me emociono. Ser gordo es muy duro, por ejemplo, cuando no entras en el asiento de un avión y no podes pagar primera», agregó Carmen Barbieri.