La tan esperada apertura del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE) a la competencia privada parece encontrarse en un punto muerto. A pesar del anuncio gubernamental, aún no se ha publicado el decreto necesario para su implementación. Aunque el anuncio por parte del vocero presidencial, Manuel Adorni, se realizó hace un mes, el Gobierno nacional todavía no lo oficializó en el Boletín Oificial.
De acuerdo a un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Conicet, el proceso de licitación, instalación y recambio de validadoras podría llevar más de dos años, algo similar a la experiencia vivida en Santiago de Chile. Este retraso no solo afecta el aspecto financiero, con comisiones anuales que rondan los $36.400 millones, sino que también pone en juego la competitividad por el acceso a los datos de los usuarios y la supremacía en servicios digitales.
La apertura del sistema no solo representa un cambio en la forma en que se pagan los servicios de transporte, sino también una batalla por la primacía entre empresas de tecnología financiera como Mercado Pago y Ualá, que buscan ser líderes en la oferta de servicios confiables y accesibles.
Desde la IIEP destaca que la coordinación estatal es crucial para el éxito de esta transición, como lo demuestran casos similares en otros lugares del mundo. Por ejemplo, Santiago de Chile ha experimentado retrasos profundos en la implementación de su sistema de pago electrónico.
La centralización actual del sistema a través de la tarjeta SUBE, establecida en 2009, podría dar paso a métodos de pago más modernos, como el uso de tarjetas bancarias con tecnología NFC o billeteras virtuales en dispositivos móviles. Sin embargo, su implementación se encuentra estancada, lo que podría prolongar la espera de los usuarios por una experiencia de pago alternativa.
En Neuquén ya funciona la SUBE digital, pero con problemas
Mientras tanto, en Argentina, ciudades como Neuquén ya han comenzado a implementar la versión digital de la SUBE como prueba piloto. Sin embargo, una encuesta reciente muestra que la mayoría de los usuarios de SUBE han experimentado problemas con el sistema y están a favor de una ampliación de los medios de pago.