Un informe publicado este viernes por la consultora Quantum Finanzas mostró que los precios de las tarifas de servicios públicos, como la electricidad y el gas, son los que más deberían incrementarse para volver al esquema de precios relativos anterior a la imposición del cepo cambiario en 2019. En tanto, desde el Gobierno nacional afirmaron que están evaluando postergar los aumentos de tarifas energéticas previstos para el invierno.
El análisis comparó la evolución del Índice de Precios (IPC) con la de ciertos bienes y servicios específicos entre abril de 2019 y abril de 2023. Según los resultados, las tarifas, la nafta y los salarios fueron los precios más rezagados. Para Quantum, la luz debería subir 81% para igualar la inflación del período; el gas, 42%; la nafta, 32%; y los salarios del sector privado formal, 29%. Otro precio que quedó rezagado es el tipo de cambio oficial, pese a las devaluaciones de los últimos cuatro años.
Por otro lado, la leche, los medicamentos y el dólar blue (ajustado por la inflación en EE.UU.) fueron los valores que más crecieron en comparación con el IPC; para regresar a los precios relativos de 2019, deberían bajar un 16%, un 15% y un 9%, respectivamente. La carne y las prepagas también mostraron subas superiores al nivel general de precios, mientras que la indumentaria se mantiene en el mismo nivel que en 2019, según el equipo liderado por el economista Daniel Marx, consignó NA.
Mientras tanto, el Gobierno analiza postergar aumentos de tarifas
Por su parte, el Gobierno nacional analiza postergar los aumentos de tarifas energéticas previstos para el invierno. Así lo afirmó este jueves el vocero presidencial, Manuel Adorni. “Aún no tomamos ninguna determinación, pero puede ocurrir”, indicó en su habitual conferencia de prensa diaria en la Casa Rosada. Esta posibilidad se basa, según él, en “el recorte del gasto público de shock que hicimos para equilibrar las cuentas tuvo resultados más veloces de lo esperado”.
“Cuando tenés superávit fiscal podés dosificar cómo debe recaer el peso (de los ajustes) en determinados sectores de la sociedad y no ponerles una espada en el cuello”, argumentó el portavoz. Y añadió: “No tomamos ninguna determinación todavía pero puede ocurrir, que con superávit fiscal podamos ir ajustando algunas cuestiones y acomodando para que efectivamente no haya un peso adicional sobre la gente”.