Tras la divulgación del último dato de inflación, que sorprendió al perforar los dos dígitos, el Banco Central (BCRA) tomó medidas drásticas este martes y redujo la tasa de interés en 10 puntos porcentuales, situándola en un 40% anual. Este recorte de tasas, el sexto bajo la administración actual del BCRA liderada por Santiago Bausili.
Esta disminución, dictaminada según la Comunicación «C» 97972 de la entidad, se traduce en la estrategia del banco para reducir la cantidad de pesos en circulación y fomentar la colocación de deuda del Tesoro. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la inflación se situó en un 8,8% en abril, después de haber alcanzado un máximo histórico del 25,5% en diciembre pasado debido a la devaluación implementada por el ministro de Economía, Luis Caputo.
La medida de reducción de tasa de política monetaria probablemente conduzca a ajustes en los rendimientos ofrecidos por los bancos a los ahorradores en plazos fijos tradicionales, situándolos entre el 30% y el 40% nominal anual. Por otro lado, facilita el acceso al crédito bancario, ya que el interés a pagar en cada cuota será menor.
La autoridad monetaria había reducido previamente la tasa de política monetaria (la de pases) al 50% anual desde un 60% anterior, un nivel notablemente menor en comparación con el 133% heredado de la administración anterior. Este último recorte tiene como objetivo mantener tasas de interés reales negativas para disminuir los excedentes de pesos en la economía y hacer que los instrumentos de deuda del Tesoro sean más atractivos.
Los expertos señalan que esta estrategia del gobierno busca mantener la tasa como un ancla inflacionaria y controlar la emisión y el déficit cuasifiscal derivado de los pasivos del BCRA. Aunque esta dinámica de reducción de tasas podría continuar en el futuro, está estrechamente ligada a las restricciones de acceso al dólar y al mantenimiento del crawling peg en el 2% mensual.
Quitar el cepo cambiario: la siguiente medida del Banco Central
La efectividad de la política del BCRA dependerá en gran medida de la confianza del mercado en la capacidad del Gobierno nacional para controlar la inflación. Si el mercado pierde la confianza, la reducción de la tasa de interés podría tener un efecto contrario al deseado y provocar una mayor fuga de capitales. El otro gran desafío es cuando liberar el cepo cambiario, algo que podría cambiar el rumbo económico con una explosión de crecimiento económico o una abrupta suba del dólar, todo dependerá de la confianza que genere el modelo de Milei.