Un mes después de que el Gobierno nacional anunciara la apertura de la importación de alimentos como parte de su estrategia para combatir la inflación, los supermercados del país ya comienzan a mostrar los primeros resultados en sus estanterías. Desde repelentes hasta café, una variedad de productos de diferentes rubros están llegando a la Argentina con notables diferencias de precios.
Juan Pablo Quiroga, director de Relaciones Institucionales de GDN, propietaria de Hiper ChangoMAS, comentó sobre esta tendencia en una entrevista para IProfesional: «Se están empezando a ver productos importados de consumo masivo, y aunque el proceso es gradual, las diferencias de precios son notables. En algunos casos, la diferencia puede llegar al 50%, mientras que en promedio ronda entre el 15 y el 20%».
La medida, parte de una política más amplia de apertura de fronteras, viene acompañada de facilidades para las empresas importadoras, incluyendo plazos de pago más cortos y la eliminación de ciertos impuestos. Esta iniciativa tiene como objetivo no solo reducir los precios a corto plazo, sino también diversificar la oferta de productos y fomentar la competencia en el mercado local.
Los productos importados que están de oferta en los supermercados
Entre los primeros productos en llegar se encuentran latas de atún, café en cápsulas, galletitas, y más. Por ejemplo, las latas de atún desmenuzado de la marca ecuatoriana «Bulnez» se venden a $985, una fracción del precio de las marcas locales. Del mismo modo, las cápsulas de café italiano de marcas como «Viaggio» y «Lavazza» ofrecen una alternativa más económica en comparación con las marcas nacionales.
A pesar de estas diferencias de precios, es importante considerar la calidad y otras características de los productos importados. Por ejemplo, mientras que el atún desmenuzado puede ser más económico, también suele ser de menor calidad en comparación con los lomitos enteros. Por lo tanto, los consumidores deberán evaluar cuidadosamente sus opciones antes de tomar una decisión de compra.
Si bien esta medida busca combatir la inflación y hacer que los precios sean más competitivos, los efectos completos aún están por verse. Se espera que el impacto total se evalúe hacia finales de año, cuando la importación de productos sea más estable y amplia. Sin embargo, por ahora, los consumidores pueden disfrutar de una mayor variedad de opciones y precios más accesibles en los supermercados de todo el país.
