El presidente de Rusia, Vladimir Putin, estaría dispuesto a detener la guerra en Ucrania con un alto el fuego negociado que reconozca las actuales líneas del campo de batalla, revelaron cuatro fuentes familiarizadas con las discusiones en el entorno del mandatario, afirmando que está preparado para seguir luchando si Kiev y el Occidente no responden.
Según NA, tres de las fuentes puntualizaron que el líder ruso había expresado su frustración a un pequeño grupo de asesores por lo que él considera intentos respaldados por Occidente de obstaculizar las negociaciones y la decisión del presidente ucraniano Volodímir Zelenski de descartar las conversaciones.
«Putin puede luchar todo el tiempo que sea necesario, pero también está dispuesto a un alto el fuego, a congelar la guerra», señaló otro de los cuatro, una alta fuente rusa que trabajó con el presidente y tiene conocimiento de conversaciones de alto nivel en el Kremlin.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, respondió que el jefe de Estado ruso había dejado claro en repetidas ocasiones que Moscú estaba abierta al diálogo para lograr sus objetivos, aclarando que el país no quería una «guerra eterna». Los ministerios de Asuntos Exteriores y Defensa de Ucrania no respondieron a las preguntas que formuló la agencia Reuters.
Las opciones de Putin
Algunos analistas militares y políticos occidentales consideraron que el nombramiento la semana pasada del economista Andrei Belousov como ministro de Defensa de Rusia colocaba a la economía rusa en pie de guerra permanente para poder ganar un conflicto prolongado.
Esto se produjo tras la presión sostenida en el campo de batalla y los avances territoriales de Rusia en las últimas semanas. Sin embargo, las fuentes dijeron que Putin, reelegido en marzo para un nuevo mandato de seis años, preferiría aprovechar el impulso actual de Rusia para dejar atrás la guerra.
Basándose en su conocimiento de las conversaciones en los altos rangos del Kremlin, dos de las fuentes comentaron que Putin opinaba que los avances en la guerra hasta el momento eran suficientes para vender una victoria al pueblo ruso. A partir de ese punto, el informe de la agencia, con sede en Londres, abundó en las especulaciones políticas internas de la movida.