Los docentes y personal de universidades de todo el país convocaron a un paro nacional de 48 horas para hoy y mañana, debido a la falta de respuestas del Gobierno nacional respecto a sus reclamos salariales. Esta medida se toma también en protesta contra las políticas del presidente Javier Milei y afectará a miles de estudiantes en todo el territorio nacional.
La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, había prometido presentar una solución al problema salarial antes del 6 de junio, pero no cumplió con su compromiso. En respuesta, la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) y la Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales (FATUN) decidieron continuar con su plan de lucha, convocando a un nuevo paro.
«Desde la multitudinaria marcha en la que todos los argentinos y las argentinas se expresaron en defensa de la Universidad Pública ya pasó más de un mes y aún no tuvimos ninguna respuesta del gobierno», afirmó Daniel Ricci, secretario general de la FEDUN. La medida busca llamar la atención sobre la pérdida de poder adquisitivo que han sufrido los docentes, quienes denuncian haber perdido más del 60% frente a la inflación.
La acción ha sido organizada por la totalidad de los sindicatos que componen el Frente Sindical de Universidades Nacionales, que incluye a Conadu, Conadu Histórica, Fedun, CTERA, Fagdut, Fatun y UDA. Es importante destacar que Fedun y Fatun tienen una influencia significativa en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
En medio de esta crisis, varios bancos han comenzado a subir las tasas de interés de los plazos fijos, reflejando la inestabilidad económica que afecta a todos los sectores. La actualización salarial otorgada por el Gobierno ha sido insuficiente para contrarrestar el impacto de la inflación, lo que ha provocado un deterioro continuo en los ingresos de los trabajadores universitarios.
Los sindicatos de docentes universitarios rechazan la Ley de Bases
El paro de esta semana incluye una marcha hacia el Senado en rechazo a la ley Bases, demostrando la creciente tensión entre el sector universitario y el Gobierno. Los gremios esperan que esta medida de fuerza obligue a las autoridades a atender sus demandas y a presentar soluciones concretas a sus problemas salariales.