El Gobierno postergará los aumentos a las tarifas de gas y luz previstas para el mes de julio, lo que significará un alivio en el bolsillo para muchos consumidores. La decisión del Ejecutivo se vio influenciada por la pérdida de poder adquisitivo de los últimos meses y para contener la inflación de julio. El Ministerio de Economía resolvió también reducir el incremento a los impuestos al combustible, que generaría un alza en los precios a la nafta en todo el país.
Por el comienzo del invierno, el consumo de electricidad y gas tiende a aumentar en los hogares. El Gobierno busca que la estacionalidad no afecte tan negativamente a las economías de las clases baja y media, por lo que las tarifas volverán a aumentar recién en agosto, cuando el consumo se regularice.
Sobre los combustibles, el Ministerio de Economía, a cargo de Luis Caputo, redujo la suba del impuesto a los combustibles al 1%. Si se mantenía el valor original, el precio de la nafta habría alcanzado una suba de aproximadamente el 18% en todo el país a excepción de Córdoba, donde habría sido del 16%. Además, se debería sumar un alza adicional de entre el 3 y 5% por el incremento de los precios de las petroleras.
La cartera de Caputo había acordado aumentos periódicos con una fórmula de ajuste mensual con las empresas prestadoras de servicios energéticos (Transenerm Edenor, Edesur, TGS, TGN, Naturgym, Ecogas, Camuzzi y Metrogas).
La Secretaría de Energía, a manos de Eduardo Rodríguez Chirillo, puso en pausa el aumento que iba a regir a partir de julio para el gas. La oficina de Chirillo decidió que solo las industrias, los comercios y los usuarios pertenecientes a la categoría de altos ingresos asuman los aumentos del gas durante la temporada invernal.
Por su parte, las clases media y baja pagarán la misma tarifa que en junio mientras que el Gobierno avanza con la quita gradual de subsidios. Las boletas por 250 Kw quedarían de la siguiente forma: para la categoría N1 (ingresos altos), una factura promedio pasaría de $24.700 a $30.300, un 23% de ajuste; en el nivel N2 (ingresos bajos) pasaría de $6.500 a $12.500, 99% de aumento; y el nivel N3 (ingresos medios) que paga $6.500 a $160.800, que significaría un 156% de aumento.