El presidente chileno, Gabriel Boric, lanzó una dura advertencia a la Argentina por un incidente diplomático relacionado con paneles solares instalados erróneamente en territorio chileno por la Armada Argentina. «Retiren esos paneles solares a la brevedad o lo haremos nosotros«, declaró Boric con un tono firme y directo.
El mandatario chileno reveló que discutió este asunto con su homólogo argentino, Javier Milei, durante un encuentro en Suiza. Según Boric, Milei se mostró receptivo y prometió instruir a su ministra de Relaciones Exteriores para abordar el problema de manera urgente. Sin embargo, la situación ha generado tensiones inesperadas entre los dos países vecinos.
El error en cuestión involucra la colocación de instalaciones destinadas a alimentar energéticamente un destacamento argentino en Tierra del Fuego, las cuales fueron instaladas parcialmente en territorio chileno. Este incidente ha sido reconocido por ambas cancillerías como un error de buena fe, inicialmente no advertido por la Armada chilena ni la argentina.
El embajador argentino en Santiago, Jorge Faurie, ha enviado una carta oficial al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile disculpándose por el incidente y asegurando que se procederá a la remoción de los paneles solares colocados incorrectamente tan pronto como las condiciones meteorológicas lo permitan. Sin embargo, la respuesta chilena ha sido cuidadosa al evitar una escalada diplomática, destacando la necesidad de resolver el problema de manera oportuna.
El conflicto ha generado una reacción mixta en ambos países, incluyendo manifestaciones en contra por parte de ciudadanos chilenos frente al consulado argentino en Santiago. Mientras Boric ha urgido a Milei a tomar medidas rápidas debido a la presión interna en Chile, la respuesta argentina ha estado enmarcada en un esfuerzo por mitigar las consecuencias y restaurar la confianza bilateral.
Milei todavía no opinó sobre el conflicto con Chile ante los medios
El encuentro bilateral planeado entre Milei y Boric durante la cumbre en Suiza no se concretó como inicialmente se esperaba, aunque ambos presidentes tuvieron un breve intercambio amigable. Esta situación ha dejado preguntas sin respuesta sobre las dinámicas de comunicación entre los dos líderes y las estrategias de manejo de crisis de ambos gobiernos.
Este incidente refleja un desafío adicional en las relaciones bilaterales entre la Argentina y Chile, dos naciones históricamente cercanas que enfrentan complicaciones en la gestión de sus fronteras compartidas, especialmente en regiones tan sensibles como Tierra del Fuego.
