La Confederación General del Trabajo (CGT) ha llamado a una movilización en rechazo a la Ley de Bases propuesta por el Poder Ejecutivo. En una conferencia de prensa, el cosecretario de la CGT y líder de Camioneros, Pablo Moyano, expresó su oposición al proyecto y lanzó una fuerte advertencia a los senadores que lo debatirán el próximo miércoles.
«El miércoles a las 9.00 todos los trabajadores y trabajadoras y todos los sectores de la sociedad que se verán afectados si se aprueba la Ley de Bases nos concentramos en la Plaza del Congreso para decirle a los senadores que tienen una responsabilidad histórica. O se convierten en héroes de la patria o en traidores porque van a perjudicar al pueblo», declaró Moyano en una conferencia de prensa.
«Destruye a las industrias, al tranporte porque los trabajadores vuelven a pagar el impuesto a las Ganancias, también quieren vender Aerolíneas Argentinas y todas las empresas del Estado», admitió el sindicalista, quien enfatizó la importancia de la movilización para frenar un proyecto que, según él, perjudicaría gravemente a los trabajadores y a diversos sectores de la sociedad.
La convocatoria de la CGT refleja una creciente preocupación entre los sindicatos y sectores sociales sobre el impacto de la Ley de Bases, la cual ha generado un amplio debate político y económico. En este contexto, Moyano y otros dirigentes sindicales buscan presionar a los legisladores para que rechacen la propuesta, advirtiendo sobre las posibles consecuencias negativas en las calles.
Moyano liquidó a Milei
«Es una cosa de locos tener un presidente (Javier Milei) que se ha convertido en el hazmerreír del mundo. Se hace el estadista fuera del país y, después de los videos de ayer, creo que se ha perdido todo el respeto por la embestidura presidencial. Es una necesidad y una obligación estar el día miércoles rechazando esta ley», insistió el hijo de Hugo Moyano.
La jornada del miércoles se perfila como un momento crucial, con la CGT y otros movimientos sociales preparándose para manifestar su oposición en las calles, mientras los senadores enfrentan lo que Moyano describe como una «responsabilidad histórica».