En el reciente Foro Internacional de las Américas, el presidente Javier Milei dejó en claro su postura inflexible ante cualquier iniciativa legislativa opositora que comprometa la austeridad fiscal de su gobierno. Afirmó que cualquier proyecto que “rompa la caja” fiscal será vetado sin contemplaciones. Esta declaración subraya la firme determinación del Gobierno nacional de proteger su política de déficit primario cero.
Guillermo Francos, jefe de Gabinete y encargado del diálogo político con la oposición, reforzó el mensaje de Milei el pasado jueves. Francos advirtió que, si el Congreso intenta superar un veto presidencial insistiendo en leyes como la de movilidad jubilatoria, mediante una mayoría de dos tercios en ambas cámaras, el gobierno procederá con recortes drásticos en otras áreas. Esta declaración intensifica el conflicto entre el oficialismo y la oposición en torno a las políticas fiscales.
Luis Caputo, ministro de Economía, y su equipo económico se han mostrado igualmente decididos a mantener la línea dura. El gobierno considera el déficit primario cero como un objetivo crucial y está dispuesto a emplear medidas severas para garantizar su cumplimiento. En la Cámara de Diputados, José Luis Espert, presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda y aliado clave de Milei, ha adoptado una postura obstructiva frente a los proyectos opositores que implican un incremento del gasto público.
Espert ha usado su posición para demorar sistemáticamente la consideración de proyectos de ley que la oposición considera prioritarios, tales como la actualización de la movilidad jubilatoria, el presupuesto universitario y la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID). Sin embargo, la oposición ha utilizado mecanismos reglamentarios, como el emplazamiento a las comisiones, para forzar el tratamiento de estos temas, logrando algunos avances significativos.
El oficialismo criticó fuertemente a la oposición tras la media sanción de la ley de movilidad jubilatoria en Diputados, acusándola de falta de reciprocidad y de entorpecer sistemáticamente el programa económico del gobierno. Milei, conocido como «el León», reiteró su disposición a vetar cualquier iniciativa legislativa que considere contraria a sus objetivos fiscales, afirmando: “Les voy a vetar todo, me importa tres carajos”.
La “agenda legislativa” opositora, según informó NA, incluye proyectos clave, como la actualización bimestral de las partidas para universidades públicas y la restitución del FONID. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), la restitución del FONID tendría un costo fiscal significativo, aunque manejable dentro de los parámetros económicos del país. No obstante, el bloque de la UCR ha optado por posponer la discusión de estas iniciativas, buscando evitar un enfrentamiento inmediato con el gobierno mientras continúan las negociaciones sobre la Ley Bases en el Senado.
Este tenso panorama refleja la profunda división política y la lucha por el control del gasto público en Argentina. Mientras el gobierno de Milei insiste en una política de austeridad fiscal, la oposición busca promover iniciativas que consideran necesarias para corregir injusticias y fomentar el desarrollo social y educativo. La confrontación entre ambas visiones promete continuar, con cada bando preparando sus estrategias para los próximos enfrentamientos legislativos.