El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem, aseguró este viernes que no está de acuerdo con el aumento del 80% de los sueldos para los legisladores del recinto a su cargo. Al respecto, el referente de La Libertad Avanza explicó que se vio obligado a firmar la resolución porque su “deber es garantizar el funcionamiento” del cuerpo deliberativo.
“Yo no estoy de acuerdo con el aumento. De hecho, ustedes saben que yo desde que entré a la política sorteo mi salario. Pero es mi misión, o mi deber, garantizar el funcionamiento”, justificó Menem, quien responde a la secretaria General de la Presidencia y hermana del mandatario Javier Milei, Karina Milei, durante un brindis de agasajo a la prensa parlamentaria en el Bajo Recinto por el Día del Periodista.
En este sentido, el dirigente político riojano explicó que el sueldo de los diputados nacionales había quedado “desfasado” respecto de los haberes de los senadores. No obstante, aclaró que no está para nada de acuerdo con el incremento otorgado en la Cámara alta. Y destacó que accedió a la suba de dietas “a pedido de todos los diputados, sin dar nombres”.
Además, recalcó que lo hizo por resolución porque si se sometía a la consideración del recinto iba a ser un problema mayúsculo. “Todos los diputados me han planteado el tema de manera que yo no podía permitir que eso vaya al recinto. Porque podía salir cualquier número. Hicimos algo mucho más razonable”, argumentó Menem.
El aumento de las dietas de los diputados nacionales en un 80% a ajustar en tres cuotas se conoció este martes mientras en la Cámara baja se desarrollaba una sesión especial para tratar una nueva fórmula de movilidad jubilatoria. La resolución llevará la firma de Menem en soledad, ya que los bloques opositores no quieren cargar con el costo político de una suba que será “impopular” en la opinión pública.
La controversia sobre las dietas comenzó en febrero último, cuando los presidentes del Senado, Victoria Villarruel, y de Diputados, Menem, les habían otorgado a los legisladores de ambas cámaras un aumento del 28%, al cumplir las normas de enganche que tienen las dietas con los sueldos de los trabajadores del Congreso. Sin embargo, luego dieron marcha atrás ante las críticas que había formulado a esos incrementos el propio Milei.
Actualmente, los diputados cobran un promedio de $ 1.300.000 -sin contabilizar el desarraigo de $ 300.000 para los legisladores del interior- y con esta suba podrían llegar a $ 2.200.000. En cambio, los senadores cobran un bruto de $ 7.000.000, que implica unos $ 4,5 millones tras la resolución de abril pasado. Los diputados del interior señalan que sus dietas no alcanzan para pagar un hotel y los gastos que tienen en Buenos Aires ni tampoco mantener sus casas en sus provincias.