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ESPECTÁCULO

«No me gusta llorar en cámara»: tristeza en la televisión por lo que sucedió con Carlos Monti

Fue un momento realmente fuerte.

Se trata, sin lugar a dudas, de uno delos periodistas más importantes del mundo del espectáculo de nuestro país. Y es que Carlos Monti ha sabido muy bien de qué manera ganarse el cariño del público que lo ha seguido en sus diferentes programas.

Esta vez, fue noticia debido a lo que sucedió en su programa de Net TV, donde lleva adelante su programa dedicado a la farándula. Y es que en vivo y en directo le dieron una sorpresa por el día de su cumpleaños, y él se mostró muy emocionado y a la vez dolido por la ausencia de su esposa, quien falleció a finales del año pasado.

«Estamos en el último bloque, Débora tenés un último momento”, comenzó diciendo Monti sin saber lo que iba a suceder. “Tengo un último momento y tiene que ver con lo que te queremos, este grupo está muy contento de formar parte de Entrometidos con tu conducción. Hoy es tu cumpleaños, es un día muy especial para vos, lo sabemos”, lanzó Débora D’Amato.

«Así que no vamos a hacer mucho alarde de la cosa, pero queremos decirte que estamos muy orgullosos de ser parte de tu equipo, y no somos los únicos que estamos orgullosos de vos. Así que te invitamos a que nos permitas una pequeña sorpresa que tenemos para vos”, dijo la comunicadora.

Después de los saludos de su familia, Carlos Monti no pudo contener las lágrimas. «Ustedes saben que para mí hoy es un día muy especial, no me gusta llorar en cámara, odio eso. Pero ustedes saben que es complicado… Para mí el día de hoy ha sido muy difícil. Tuve sensaciones encontradas. Cuando uno tiene que estar contento por el cumpleaños, resulta que… no quiero llorar», aseveró.

Lo que sucedió con su esposa

Cabe recordar que su mujer murió por una leucemia, algo que él había explicado en Desayuno Americano. “A Silvia le detectaron leucemia en noviembre de 2016 y en marzo le hicieron el trasplante. El problema es que este procedimiento podía tener 3 resultados: que el cuerpo lo acepte, que lo rechace o que tenga algo que se conoce como injerto de huésped, que fue lo que tuvo ella, 40 días después del trasplante. Eso fue lo peor. El tejido no se reconoció en el cuerpo de Silvia y empezó a atacar a los órganos. Esto puede ser temporal o crónico, en mi mujer se hizo crónico”, había dicho.

Susana Giménez