Este viernes, el presidente Javier Milei formalizó la designación de Sergio Neiffert como nuevo interventor de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), tras la salida de Silvestre Sívori. El nombramiento del nuevo titular de la ex-SIDE se concretó en el Boletín Oficinal, a través del Decreto 505/2024.
Neiffert sucede a Sívori en la AFI, quien dimitió a su cargo a pedido del Gobierno Nacional luego de la renuncia del exjefe de Gabinete Nicolás Posse. Según publicó NA, el flamante director desempeñaba como representante del Poder Ejecutivo Nacional ante la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR).
Según el Decreto 505/2024, se indica: «Desígnase Interventor de la Agencia Federal de Inteligencia, organismo descentralizado actuante en el ámbito de la Presidencia de la Nación, al señor Sergio Darío Neiffert (D.N.I. Nº 20.055.333)». «En el ejercicio de sus funciones, el Interventor tendrá las facultades de gobierno y administración de la Agencia Federal de Inteligencia establecidas en las Leyes Nros. 25.520 y 27.126 y demás normativa complementaria», agrega.
La Ley 25.520 fue sancionada en 2001 y establece las bases jurídicas, orgánicas y funcionales del Sistema de Inteligencia de la Nación, definiendo a la contrainteligencia como la actividad de evitar las acciones de inteligencia de actores que representen una amenaza para la seguridad del Estado Nacional.
Si bien en su currículum Neiffert, de 56 años, no indica ningún título universitario, sí tiene una «amplia experiencia en gestión de recursos, tanto en ámbitos privados como públicos». También se supo que es una persona muy allegada a Santiago Caputo, uno de los asesores del Gobierno.
Además, se desempeñó como presidente del Consejo Escolar del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires durante la primera gestión de Daniel Scioli y también ocupó el cargo de tesorero del Consejo Escolar de Malvinas Argentinas.
En 2008, Neiffert cofundó New Consuld SA, para la «gestión y administración de bienes de todos los derechos económicos que se deriven de la actividad de jugadores de fútbol y/o cualquier otro deporte», mientras que en 2015 se volcó al sector privado sin alejarse nunca de las relaciones con el poder económico y político argentino.