La venta de combustibles como nafta y gasoil en la Argentina sigue mostrando señales de recesión económica. En mayo, las ventas cayeron un 8% interanual, marcando el sexto mes consecutivo de resultados negativos. Aunque hubo una leve mejora del 8,5% en comparación con abril, las cifras generales siguen siendo preocupantes.
De acuerdo a un estudio de la consultora Politikon Chaco publicado por la agencia NA, el volumen total de combustibles expendidos en mayo fue de 1.406.758 metros cúbicos, distribuidos entre naftas y gasoil. Del total, el 54% correspondió a las naftas y el 46% al gasoil. Sin embargo, ambos tipos de combustible registraron caídas pronunciadas.
Las ventas de naftas disminuyeron un 7,7% interanual, con la nafta súper cayendo un 3% y la nafta premium un alarmante 21%. En el caso del gasoil, la caída total fue del 8,2%, desglosada en una reducción del 9,1% para el gasoil común y del 6,2% para el gasoil premium.
En el análisis por provincia, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) fue la única que mostró un incremento en las ventas de combustibles, con un alza del 2,7%, impulsada por un crecimiento del 6,5% en la venta de naftas, mientras que el gasoil cayó un 7,6%. En contraste, las restantes 23 jurisdicciones del país presentaron caídas en sus ventas. Las disminuciones más leves se observaron en Santa Fe y la provincia de Buenos Aires, con descensos del 3,6% y 3,7% respectivamente, principalmente debido a la caída en las ventas de naftas.
Las zonas de la Argentina con menos consumo de combustibles
Las provincias que experimentaron las caídas más pronunciadas fueron Formosa y Misiones, con descensos superiores al 30%, situándose en 31,2% y 31,6% respectivamente. Este patrón de disminución se extendió a Corrientes y Entre Ríos, que registraron caídas del 27,6% y 19,8%, lo que sugiere una fuerte influencia de factores fronterizos en estas áreas.
El desempeño económico del sector de combustibles refleja una tendencia recesiva que afecta a la economía nacional. La falta de recuperación en la venta de combustibles es indicativa de una demanda interna debilitada, que a su vez, se relaciona con la menor actividad económica y el poder adquisitivo reducido de los consumidores.