Este lunes, en el Tribunal Oral en lo Criminal Nro. 29, el exgobernador de Tucumán, José Alperovich, ratificó su inocencia ante el juez Juan Ramos Padilla tras ser denunciado por tres intentos de abuso sexual y seis de violencia sexual agravada por acceso carnal. «Soy inocente. Vengo a dar la cara», expresó.
Alperovich también acusó que se trata de un móvil económico y político: «Yo no abusé de Flor, eso es una mentira». «Yo vine hoy ante usted porque quiero de alguna manera que usted se despeje las dudas, a disposición del señor fiscal, de las querellas. Hubo un móvil económico y un móvil político, la idea es que pueda dar la cara, y que esto se pueda esclarecer», manifestó, según replicó NA.
Asimismo, el político, que fue acompañada por sus cuatro hijos, sostuvo: «Yo no abusé de Flor, eso es una mentira. Yo soy un hombre de 70 años». Acerca de cómo vive tras la denuncia, realizada por su sobrina que en aquel tiempo trabajaba como su secretaria, el tucumano expresó: «Me cambió la vida, doctor. Quizá a nadie le interesa esto, pero hechos de estas características le cambian la vida a uno».
«Esto está armado»
«Soy un muerto en vida, gracias a Dios tengo a mi familia. Vengo a que se saquen todas las dudas, vengo a dar la cara», agregó. «Yo nunca le dije sobrina. Ni ella me dijo tío. Jamás. Ella quiere instalar que yo prostituía a la secretaria. Todo esto está armado. Hace cinco años que en la prensa me dicen violín», sumó a su testimonio.
Además, el exgobernador fue por el mismo camino de su defensa y ratificó que se trata de una causa con un móvil económico y político impulsada por el diputado nacional Carlos Cisneros, de la Asociación Bancaria tucumana. «Esto está armado para que tenga trascendencia en Buenos Aires. Está armado políticamente. Yo no tengo dudas de todo eso», continuó con su reclamo.
Acerca de la víctima, Alperovich la describió como una mujer empoderada: «Era una mujer fuerte. Ella manejaba todo. Muchas veces me puteaban porque ella manejaba todo. Ella se transformó en una mujer de mi absoluta confianza. Era un gran cuadro político».
«Si ella dijo que yo la abusé tantas veces, ¿por qué siguió trabajando? No lo entiendo. Todo esto es parte de una gran mentira», continuó con su reclamo. Minutos previos a su declaración y durante su llegada a los tribunales de la Ciudad de Buenos Aires, Alperovich fue esperado por varias personas al grito de «justicia» y «violador».