(R. Federico Mena-Martínez Castro).- Es lugar común en esta fecha ver los manuales escolares y portales de los diarios recordar los acontecimientos que nos dieron la independencia como país de la subordinación a la monarquía española.
Este acontecimiento debe almacenarse firmemente en la memoria, siempre analizando qué hicimos como nación durante este período que va desde 1816 al 2024 o sea doscientos ochos años después. Hubo momentos venturosos, como así también momentos de sacudones aciagos como el que transitamos durante este último período presidencial del kirchnerismo.
Grandes hombres nos precedieron soñando con una Argentina pujante, para repentinamente caer en manos de eficaces saqueadores del Estado. Hubo hombres en la Argentina de los buenos momentos que, aunque de pensamientos distintos, estuvieron con la brújula puesta en una sola gran idea: una patria soberana a la vanguardia no sólo de ideas, sino disfrutando ser soberanos de potencias extranjeras, orgullosos del capital humano grande en su diversidad.
Han pasado años y años desde aquel acontecimiento que naturalmente debemos almacenar en la memoria, pero al analizar los hechos comprobamos que desgraciadamente la ciudadanía no los percibe en su exacta dimensión, ya que la escasa cultura con que cuenta la juventud de hoy no comprende los textos que dificultosamente lee, cuando es precisamente ese conocimiento la herramienta del futuro.
Algunos hechos que precedieron al día 9 de julio de 1816
Plan de labor 17 puntos básicos
El 1° de julio con la elección del nuevo presidente mensual Narciso de Laprida y el vice Mariano Boedo con la presencia del director supremo Juan Martín de Pueyrredón comenzaba la febril actividad de la asamblea. Se discutió un plan de labor de 17 puntos. Se incluía allí un manifiesto redactado por Juan José Paso donde expresamente se declaraba de la Independencia de España y la forma de gobierno a seguir.
El sábado 6 el Congreso realizó una sesión secreta para escuchar al general Belgrano sobre la forma de gobierno y la opinión de Europa acerca de las Provincias Unidas.
El martes 9 de julio se realizó una sesión ordinaria y Juan José Paso con voz tonante dijo a los diputados:
“Queréis que las Provincias de la Unión sean una nación Libre e independiente de los reyes de España?”. Una larga contestación aprobatoria llegó hasta las puertas de la casa de los Laguna y por la noche se realizó un baile de larga recordación en Tucumán.
9 de Julio de 2024 en Tucumán
Plan de trabajo 10 puntos básicos
El jefe del gobierno nacional en esta oportunidad Javier Milei para asegurar su gobernabilidad luego de una larga espera de seis meses sin lograr que las cámaras aprobaran las leyes necesarias para enderezar la alicaída nación convocó a gobernadores de provincia y demás funcionarios a fin de aprobar la debatida Ley Base de diez puntos básicos necesarios para la sustentabilidad de su mandato.
Dentro de los convocados ex presidentes del país solamente el ingeniero Mauricio Macri confirmó su asistencia junto a 19 gobernadores, pues tres de ellos rechazaron la invitación. Como vemos las viejas tensiones no se acabaron desde aquellas lejanas épocas.
Los expresidentes que rechazaron la convocatoria fueron: Cristina Kirchner, Alberto Fernández y Eduardo Duhalde. Incluso se notificó a María Estela Martínez de Perón, quien tiene 93 años y reside desde 1981 en Madrid sin visitar la Argentina desde 1994, ya que se encuentra muy cómoda disfrutando de su pensión vitalicia.
Los gobernadores peronistas que anunciaron su ausencia fueron Kicillof de Buenos Aires, Ricardo Quintela de La Rioja, Gildo Insfran de Formosa y Gustavo Melella de Tierra del Fuego.
Según algunas opiniones acerca del ahora Pacto de Julio sería la oportunidad a pesar de las múltiples modificaciones a que fuera sometido el original de Mayo, para enmendar entre otras cuestiones un criterio justo de la distribución recaudatoria entre nación y provincias.
Existen antecedentes donde la nación celebró pactos como el que Urquiza convocara en 1852 surgido del Pacto Federal de 1851 donde convocara a las provincias de la Confederación, entonces catorce, a un acuerdo en San Nicolás de los Arroyos donde las provincias ratificaron el pacto, menos Buenos Aires que lo hizo recién en 1860 luego de reincorporarse, ya que estaba separada del resto del país. Esto devino en el Congreso Constituyente que concluyó en la Constitución de la Confederación Argentina jurada el 1 de mayo de 1853 por todas las provincias, menos la de Buenos Aires, que la juró en 1860 –previa reforma– y quedando definitivamente incorporada a la Nación Argentina después de la batalla de Pavón.
Esto nos lleva a considerar que es altamente conveniente favorecer el consenso evitando el disenso a fin de asegurar el crecimiento económico del país de una buena vez, provocando el despegue de este gigante dormido.
Finalizando estas reflexiones decimos que los ciudadanos de bien deben comprender cómo se lucha por una idea benefactora, como se triunfa y cómo se muere por ver esta Argentina de pie sentada a la mesa de los grandes del mundo.
También creemos firmemente los argentinos, que nuestro pueblo fecundo en inteligencias y aguerrido en la paz ha de recibir como un riego bienhechor todas las experiencias acumuladas en estos doscientos ocho años iniciados desde aquel 9 de julio de 1816. Las horas pasan y la responsabilidad es nuestra…