No hay dudas de que Luis Novaresio es uno de los grandes periodistas políticos de la actualidad. Querido y odiado en igual medida, el comunicador nunca tiene miedo de decir lo que piensa, sin importar del tema en cuestión. Tras haber lanzado su primera novela Todo por amor pero no todo, el escritor habló en profundidad con Infobae.
Sobre su debut como escritor de ficción, Luis Novaresio expresó: «Para mí era un gran desafío saber si podía hacerlo y estar conforme con lo que hacía. Y después, era un lugar reclamado para mí, porque me parece que escribir ficción, escribir una novela que tiene todo eso que vos decís, suponía tener la posibilidad de soltar la imaginación que en el periodismo político o coyuntural que yo hago casi no existe».
«Eso fue sumamente, y sin metáfora, lúdico, un divertimento. Fue divertirme ir a ver qué le pasa a Eva, que la dejó el novio. Y decir: a ver, juguemos con esto investiguemos a ver qué se te ocurre que a Eva le pasa por la cabeza. Para mí, personalmente, la libertad está muy asociada al concepto de deseo. Ahí debo reconocer que me comprenden las generales de la ley de ser analizantes de hace mucho tiempo, de ser pacientes del psicoanálisis», continuó.
«A mí la interpelación del deseo me parece que va de la mano de la libertad, entendiendo que el deseo supone respetar sin juzgamiento lo que vos querés. Vamos a ser todavía más específicos del psicoanálisis: es el respeto de que querer hacer lo que vos creés que es tu deseo. Porque yo creo que el deseo nunca se aprehende. En la novela, algunos de los personajes lo dice: aprendido el deseo, deja de ser atractivo. Para mí la libertad está muy vinculada con el deseo, bien lejos de cualquier discusión política de hoy día del partido que gobierna», manifestó el periodista.
«Cuando yo estudiaba filosofía, te hablo de mis 18 años, una cosa no puede ser y no ser desde el mismo punto de vista y al mismo tiempo. No se puede todo: lo bueno, lo malo, lo blanco, lo negro, al mismo tiempo y del mismo punto de vista. Eso se lo plantea Uno a C porque, según Uno, C las quiere todas al mismo tiempo del punto de vista», recordó Novaresio.
Sobre cómo ve su presente labora, Luis Novaresio expresó: «Este, para mí, es un año muy feliz en la profesión periodística, porque estoy haciendo cosas que me gustan mucho. Estoy haciendo la primera mañana de La Nación +, que es un horario con el que yo me vine a Buenos Aires cuando Daniel Hadad tenía C5N, Infobae y Radio 10, y yo en aquel momento no lo disfruté porque era un cambio muy grande: venirme de Rosario, gente nueva… Y estos tres años que llevo estoy disfrutando tanto la segunda mañana: me divierto, siento que le hemos impreso un tono mucho más relajado a lo que pasa en la señal».
«La señal es muy dura, de de mucha opinión, y nosotros tenemos todo eso, pero nos reímos, nos divertimos. Hago el programa que más gratificaciones me ha traído y más he aprendido que es la entrevista a la medianoche. Los dos programas, y esto siempre quiero destacarlo, son ideas de Juan Cruz Ávila, que es el tipo que más sabe de tele en este país. Yo estaba en A24 y él me dijo: vamos a hacer un programa entrevista pero quiere otro tono tuyo, quiero que estés más reflexivo, que mantengas silencio. Ese programa es para mí una joya absoluta», siguió.
Emocionado, Luis Novaresio cerró: «Estoy en un momento muy feliz de la profesión. Siento que no podría dejar de entrevistar gente. La entrevista es una ceremonia de escucha. Hay que sentarse a escuchar al entrevistado, no solo lo que vos le querés preguntar, también ver qué viene a decir. Y cuando vos, de vuelta al psicoanálisis, lográs esa transferencia con el entrevistado, el tipo viene a decirte algo incluso que vos no esperabas, lo que sale es siempre hermoso».