(Por Carolina Mena Saravia para El Intransigente).- La región del Priorat se encuentra en Cataluña, está situada al noreste de España, en la provincia de Tarragona. Hoy se producen vinos de excelente calidad y renombre. Se destaca por las cepas cariñena y garnacha, donde la particularidad de sus vides reside en un secreto a voces: su suelo compuesto por llicorella, un tipo de pizarra de color negra y rojiza con pecas de mica.
¿Cómo puede la vid crecer entre rocas? En primer lugar, destaquemos que la llicorella es una roca con alma de algodón. Su robustez no impide que la raíz de la vid busque lugar a través de ella, y en algunos casos rompa su estructura para escabullirse en el terreno escarpado en busca del agua, como si de un desesperado viandante perdido en el desierto se tratara.
Dicen que las debilidades pueden llegar a convertirse en fortalezas y es el caso de las vides que el Priorat cultiva. El vigor que la planta adquiere producto de tamaño esfuerzo es el que confiere a sus vinos el carácter que tienen. Su cultivo se realiza en terrazas escalonadas, donde por sus angostos senderos a veces solo puede transitar una sola persona.
Terrenos escarpados y una larga historia en terrazas del tiempo es lo que confiere al Priorat un halo exclusivo. Sus vinos son reconocidos por su calidad alrededor del mundo, el espíritu catalán se mimetiza con el de las vides.
Historia con matices
El reconocimiento de los vinos del Priorat comienza en el siglo XIX, ya que en el siglo XVIII el producto estrella era el aguardiente. El ferrocarril contribuyó a unir distancias para distribuir el vino, diversos cultivos fueron reemplazados por vid, la calidad fue levantando y la fama de la zona fue acrecentándose, la divulgación y la creación de estaciones enológicas, conjuntamente con las muestras de maquinarias y exposiciones vitivinícolas le confirieron notoriedad.
El Priorat y la Rioja son los únicos lugares de España que ostentan la Denominación de Origen Controlada, que además de los requisitos que necesita toda denominación de origen, deben cumplir una serie de condiciones extras, como un tiempo de diez años desde la adquisición de la denominación, estricto control de calidad y cantidad de producción, control físico-químico, exhaustivo cuidado de las zonas geográficas o municipios cuyas parcelas pueden producir vinos DOCa. España tiene 69 denominaciones de origen (DO), pero solo dos regiones obtienen la cucarda de DOCa: Priorat y Rioja. Premios a la antigüedad y dedicación.
Los cartujos y la escalera al cielo
Es fascinante la leyenda que rodea al Priorat. En primer lugar, la palabra “priorat” proviene de priorato, que remonta al sitio que dio vida a la zona: el monasterio de la Cartuja de Santa María de Escala Dei, que traducido significa ‘escalera hacia Dios’.
La escalera de ángeles subiendo y bajando del cielo que vieron los pastores con el nacimiento de Jesús en Belén, guarda similitud con el relato que llevó a los monjes a decidirse por ese lugar. Cuenta la leyenda que el rey Alfonso II de Aragón, apodado el Casto, ofrece a la Orden de los Cartujos tierras para que levantaran un monasterio.
Sin perder tiempo, la orden envió a delegados para la elección del sitio. En su recorrido dieron con un pastor que, viendo a los amigables monjes, decidió compartir un secreto que guardaba celosamente en el corazón. Un sueño recurrente rondaba su cabeza mientras pastaban sus ovejas en el lugar. Se acercó a un pino y señalándolo les describió cómo veía él, mientras dormía, que ángeles subían al cielo por una escalera apoyada en ese árbol.
No había más que hablar. Esta debía ser una señal de Dios para establecerse allí, y lo eligieron de inmediato. Construyeron al poco tiempo un pequeño claustro que fue el origen de la Cartuja de Santa María de Escala Dei. Plantaron viñedos para abastecer el monasterio, y cuando tenían excedente de producción comenzaron a vender su vino.
La cartuja fue determinante para el desarrollo de la viticultura en la región, y aún hoy en día se puede visitar la bodega, con el monasterio que exhibe orgulloso su arquitectura románica y gótica.
Cariñena y garnacha, primeras en la lista
Estas dos cepas encabezan la lista, que no es extensa, pero sí intensa. Los sabores que la garnacha y la cariñena confieren a sus vinos están estrechamente ligados a la llicorella, que contribuye a robustecer la planta y también sus vinos.
Estas variedades están magníficamente acompañadas por las cepas cabernet sauvignon, syrah y merlot. Las escarpadas colinas donde crecen, sumadas al intenso frío invernal y los vaporosos calores estivales, también son fundamentales en el resultado final de los vinos y en el prestigio del que hoy gozan, alentados por empresarios emprendedores como Álvaro Palacios, embajador del Priorat, y conocido por su vino L’Ermita.
Es este encantador paisaje de terrazas y curvas que fascinan, junto con los poblados medievales como Falset, capital del Priorat, y Porrera, con sus calles en terrazas y ese aire familiar que le confiere el río Cortiella canalizado bordeando la plaza, matizado por las familias y amigos que se reúnen en el bar que se encuentra enfrente.
Entre otras bodegas muy conocidas, con importantes estructuras y excelente atención, podemos nombrar Ferrer Bobet, con diseño moderno y sus viñedos en altura; Buil & Giné, Bodega Perinet, con su sala de degustación inspirada en diseños de Gaudí, y la mítica Celler Scala Dei.
España es varios países en uno… y sí, es así. Trazando la cruz de los puntos cardinales, las distintas regiones son tan disímiles que aún a sabiendas de que recorres sus ciudades, siempre tiendes a preguntarte en qué momento traspasaste las fronteras del país para encontrarte con otras costumbres y aromas. Esto es España, tierra de vinos, sabores y saberes.