Cristiano Ronaldo es una leyenda del fútbol mundial, reconocido como uno de los mejores goleadores de la historia. Pero hasta los más grandes fallan. Y a Cristiano le pasó este lunes, en los octavos de final de la Eurocopa 2024, donde erró un penal decisivo para Portugal ante Eslovaquia.
Ronaldo, hombre récord de la Eurocopa, venía de una fase de grupos atípica, sin marcar goles, algo inédito en su carrera. Su gran chance de redención parecía ser en el duelo ante Eslovaquia por los octavos de final, pero se topó con la figura inmensa de Jan Oblak, el arquero del Atlético de Madrid del Cholo Simeone, que fue un muro infranqueable.
Tras taparle un mano a mano a Cristiano en el minuto 90 del partido, Oblak volvió a vestirse de héroe en el tiempo extra, donde le contuvo un penal a Ronaldo. El delantero portugués no pudo evitar las lágrimas y lloró desconsolado tras fallar la pena máxima. Es que dejó escapar una chance de ganar el partido y la definición de la clasificación fue a los penales.
El llanto de Cristiano Ronaldo se hizo viral, ya que rompió en llanto en medio de la cancha. Más aun porque su madre, Dolores Aveiro, viajó especialmente para ver el partido en la tribuna. Sin embargo, Cristiano pasó de las lágrimas de tristeza a las de felicidad.
En la definición por penales, Cristiano se tomó revancha y anotó el suyo. Y Oblak, que había sido figura en el partido, no pudo atajar los tres que le patearon. Eslovaquia, en cambio, falló todos. Y la Portugal de Cristiano Ronaldo se clasificó a cuartos de final de la Eurocopa, donde enfrentará a Francia.
El llanto de Cristiano Ronaldo en la final de la Copa de Arabia
En el partido, Al-Hilal se puso en ventaja temprano con un gol de Aleksandar Mitrovic. El partido se puso espeso y con varias expulsiones a cargo del árbitro argentino Darío Herrera, contratado para dirigir especialmente este partido decisivo. Y cuando parecía que Al-Hilal ganaba el título, el Al-Nassr lo empató a falta de dos minutos para el final del partido con gol de Ayman Shahya.
En el tiempo extra, Al-Nassr estuvo cerca del triunfo, pero Cristiano no pudo superar al experimentado arquero marroquí Bono, uno de los mejores del mundo y de larga trayectoria en el fútbol de España. El arquero, identificado con River por su admiración por el Burrito Ortega, fue la gran figura en la definición por penales, tapando un par de remates para consagrar a su equipo campeón.
Cristiano Ronaldo marcó el suyo, pero sus compañeros fallaron en la hora decisiva y el portugués terminó quedándose sin un nuevo título en su carrera. Lejos de tomárselo como una final más, lo sufrió. Se tiró al piso llorando de forma desconsolada y sus compañeros debieron acompañarlo mientras se retiraba del campo con lágrimas en los ojos.
