Las ventas en los kioscos experimentaron una drástica caída del 40% en comparación con el año anterior, generando preocupación entre los comerciantes del sector. La semana de la dulzura, que suele ser una oportunidad para aumentar las ventas, no cumplió con las expectativas este año debido a los fuertes aumentos de precios.
En un contexto económico difícil, los kiosqueros reconocieron que las ventas no han sido las esperadas. Los clientes han reducido sus compras, adoptando comportamientos similares a los observados durante la pandemia. En diálogo con el programa «Argentina en Vivo» de C5N, el presidente de la Asociación Kiosqueros de la Argentina, Ernesto, admitió: «El quiosquero espera la semana de la dulzura porque siempre vendemos más».
Sin embargo, este año las ventas fueron decepcionantes. Ernesto detalló: «Todo el mundo tiene que cumplir con las parejas, los amigos, los compañeros de trabajo y se vende, aunque está un poquito tranquila, bastante tranquila diría yo».
La crisis económica ha dejado una marca profunda en los kioscos, donde las compras actuales reflejan patrones similares a los de la pandemia. Según Ernesto en aquel momento se vendían «chocolates pequeños», algo que comenzó a venderse de nuevo en estos últimos meses. La tendencia hacia productos más económicos indica una disminución en el poder adquisitivo de los consumidores.
El dirigente que representa a los kiosqueros también analizó la situación general del sector, destacando que «la gente se va achicando» en sus gastos. Comentó que el inicio de este año fue «bastante tranquilo», porque las ventas no fueron las esperadas. Atribuyó esta caída principalmente a la inflación, que sigue siendo un problema grave para los comerciantes y los consumidores por igual.
Los kioscos no son los únicos que padecen la baja del consumo
La crisis en los kioscos refleja una problemática más amplia en la economía argentina. Además de la caída en las ventas de dulces y productos pequeños, otros sectores también han sido afectados. La industria láctea, por ejemplo, ha visto un desplome del 16% en sus ventas, con productos como postres y yogures cayendo hasta un 51%.
Las empresas lácteas han sido golpeadas por la caída del poder adquisitivo. Entre enero y mayo, las ventas de productos lácteos en volumen han retrocedido en promedio un 16%, con una caída aún mayor en productos de mayor valor agregado. Los datos del Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA) muestran una caída en todos los rubros, salvo en quesos que cayó un 7,6%.
Productos como las leches saborizadas y los yogures, que habían mostrado un crecimiento significativo en 2022, ahora se desploman casi a niveles de pandemia. La crisis económica y la inflación están afectando gravemente el consumo en todos los sectores, y los comerciantes luchan por adaptarse a esta nueva realidad.