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ECONOMÍA

El bolsillo de los argentinos en jaque: los combustibles aumentaron un 110% desde que asumió Javier Milei

La devaluación y los impuestos están detrás de los incrementos en la nafta y el gasoil desde el 10 de diciembre hasta la actualidad.

nafta

Desde el 1° de julio, los precios de la nafta y el gasoil en la Argentina han experimentado un incremento promedio del 7% en todo el país. Este aumento se enmarca en una serie de subas mensuales que han caracterizado la gestión de Javier Milei, superando ya el 110% desde su asunción en diciembre de 2023.

El reciente ajuste en los precios se debe a varios factores económicos. Mediante el Decreto 554/2024, el Gobierno decidió postergar la suba de impuestos al sector de combustibles con el objetivo de mitigar el impacto inflacionario. Sin embargo, la devaluación mensual del peso frente al dólar, junto con un aumento parcial del 1% en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), han generado el aumento actual en los precios de los surtidores.

En detalle, la Ciudad de Buenos Aires registró incrementos recientes de entre el 3% y el 4%, mientras que en otras regiones del país los aumentos alcanzaron hasta el 10%. Este patrón de incremento desigual refleja las diferentes dinámicas económicas y logísticas de cada región. Por ejemplo, en ciudades como Santa Fe, los precios se han ajustado significativamente, lo que ha generado preocupación entre los consumidores y sectores económicos.

Desde el inicio de su mandato, Milei ha dejado clara su intención de retirar al Estado de la regulación de precios. Esto se evidenció cuando venció el programa de Precios Justos en noviembre de 2023, que permitía incrementos mensuales controlados del 4%. Tras la finalización del programa, los precios de los combustibles comenzaron a escalar rápidamente, con un notable aumento del 37% en diciembre, apenas tres días después de la asunción de Milei.

El verano de 2024 trajo consigo una serie de aumentos adicionales: un 26% en enero, un 6,5% en febrero y un 7,5% en marzo, cuando comenzó a regir el ICL. Abril, mayo y junio vieron incrementos más moderados, rondando el 4% cada mes. Estas subas continuas han llevado a que el precio del litro de nafta súper en la Ciudad de Buenos Aires se sitúe actualmente en $941, mientras que la premium ha superado los $1.161.

Caída de la demanda de nafta y gasoil

El impacto de estos incrementos no solo se refleja en los surtidores, sino también en la economía general. Las ventas de combustibles han caído consecutivamente durante seis meses, según datos de la consultora Politikon Chaco. Este descenso en la demanda es un indicador de cómo los altos precios están afectando el consumo y la actividad económica en general.

Finalmente, la estrategia del gobierno para mitigar los efectos inflacionarios incluye la postergación de mayores ajustes impositivos y la suspensión de incrementos en otras tarifas públicas, como las de luz y gas. Aun así, se espera que los precios de los combustibles sigan subiendo en los próximos meses, con estimaciones que sugieren un aumento adicional del 30% para fin de año, lo que podría continuar afectando tanto a consumidores como a sectores productivos del país.