Continúan los desafíos en Survivor y los equipos buscan seguir sumando elementos para los campamentos. En este sentido, Marley reunió a ambos equipos y les explicó las reglas del nuevo juego. Por otro lado, esta nueva prueba aseguraba almohadas, cubrecamas y varias hamacas paraguayas para quien ganara la prueba de destreza.
Puntualmente, ambos equipos de Survivor terminaron ubicados en 2 hileras sobre una pasarela movediza encima del agua. En este aspecto, los participantes tenían un número pintado en sus brazos. Además, el juego consistía en ordenar un número al azar con los números que cada participante portaba. Por supuesto, la dificultad radicó en que los participantes debían ordenarse de acuerdo al número y no caer al agua.
Finalmente, el Campamento Norte se adelantó por 2 a 0, logrando algo difícil con respecto a las exigencias del desafío. Sin embargo, rápidamente, el Campamento Sur volvió a meterse en el juego. Por último, el Campamento Norte terminó de asentar su hegemonía en Survivor y se ganó los premios que pueden ser fundamentales en su descanso.
«No le gusta»: Comenzaron los dramas de amor y los corazones rotos dentro de Survivor
Survivor es el lugar donde pueden aflorar todo tipo de sentimientos, entre ellos el amor. En este sentido, Baltasar comenzó un fuerte interés romántico por su compañera, Martina. Puntualmente, Giselle lo advirtió y opinó sobre la situación: «Balti se lo ve muy enganchado con Martu, pero a ella no le gusta. Para ella es un compañero y nada más, no lo ve con ojos de nada. No le gusta».
Posteriormente, la propia Martina explicó el malentendido en Survivor y expresó: «Se habrá ilusionado o pensó otra cosa porque hablamos mucho. También es porque los de acá nos shippean porque somos los más chicos». Finalmente, Baltasar se respaldó en la estrategia: «Estamos en un juego y no se sabe lo que piensa el otro. Por ahí uno está haciendo la pareja con otro, pero en realidad lo hacen por estrategia. Uno no sabe».
