(Por Matilde Sierra).- De ser un adversario político de Donald Trump que llegó a escribir que: “La premisa central de la campaña de Biden es que el presidente Donald Trump es un fascista autoritario al que hay que detener a toda costa”, James David Vance, senador por Ohio, fue elegido como el candidato a vicepresidente del republicano para las elecciones del próximo mes de noviembre. Trump-Vance será la fórmula reoublicana.
En efecto, el ahora candidato a la presidencia por el Partido Republicano, Donald Trump, eligió como acompañante a un candidato de casi 40 años, la mitad de Biden y del mismo Trump. Vance es ahora un férreo defensor del pensamiento del ex presidente que piensa “Devolver la grandeza a los Estados Unidos”. Comulga con el magnate en la idea del proteccionismo comercial, la agresiva política exterior y su limitación a la inmigración.
La elección de J.D. Vance como candidato a vicepresidente de Trump para las elecciones de 2024 revela una estrategia calculada. Vance, un senador joven, representa una apuesta a futuro para el Partido Republicano que no sólo asegura la continuidad política del ideal republicano, sino que también posiciona a Vance como el sucesor natural de Trump.
Así, puede decirse que la movida de Trump puede interpretarse como un reconocimiento tácito al déficit generacional de los partidos políticos y a la falta de líderes, al menos dentro del Partido Republicano. La figura de Trump ha marcado una impronta personal tan fuerte que ha dispersado la posibilidad de otros liderazgos internos. Luego, Vance, vendría a llenar ese espacio.
Considerados así los hechos, hasta se le podría adjudicar a Trump una visión de estadista eligiendo a Vance, como forma de ir preparando el terreno para una posible administración del joven senador cuando termine su mandato de cuatro años y también, proyectando una visión a largo plazo para el Partido Republicano.
