El presidente brasileño, Lula da Silva, cuestionó la decisión de su par argentino de no participar de la cumbre del Mercosur en Asunción, Paraguay. Entre Javier Milei y Lula existe una profunda grieta ideológica y se han visto enemistados desde antes de que el libertario asuma la presidencia.
Desde Paraguay, el mandatario de Brasil afirmó: «Es una ridiculez enorme que el presidente de un país importante como Argentino no participe de una reunión del Mercosur«. Lula comentó que Argentina necesita estar representado dentro del bloque.
Lula criticó además la ideología de su par argentino: «El libre mercado no es una cura milagrosa para la humanidad. Los que conocen la historia de Latinoamérica reconocen el valor del Estado como planificador e impulsor del desarrollo. No se justifica revivir experimentos neoliberales que solo han elevado las desigualdades en la región».
Durante el mismo evento, otros mandatarios regionales se refirieron a la ausencia de Javier Milei. El anfitrión, Santiago Peña, opinó sobre la «falta de integración» en el bloque desde la década de los 2000: «Hubo un cambio de tendencia ideológica que desintegró el bloque». Por su lado, Luis Lacalle Pou, mandatario de Uruguay, recriminó a Milei por su ausencia: «Si el Mercosur es tan importante, deberíamos estar todos».
Diana Mondino, quien si acudió a la cumbre, defendió la ausencia del presidente. La canciller argentina respondió a las críticas a Javier Milei: No tenemos por qué estar todos de acuerdo, pero debemos poder escuchar opiniones distintas, espero que como bloque podamos alcanzar esa madurez».
En los días previos a la cumbre, Milei viajó a Camboriú para participar con Jair Bolsonaro, previo presidente de Brasil y rival de Lula, de la Conferencia de Política de Acción Conservadora, un evento conservador de ultraderecha. Milei y Bolsonaro comparten una estrecha relación basada en sus cercanías políticas. Durante la conferencia, Milei afirmó que Bolsonaro sufría de «persecución política«.
