En el Piamonte, al norte de Italia, más puntualmente en la ciudad de Barbaresco, se encuentra el viñedo San Lorenzo de Gaja. Uno de los más reconocidos productores de la región, la historia de Gaja puede iniciarse a mediados del siglo XIX, cuando, en 1856, la familia abrió una modesta taberna en su aldea natal. Es allí cuando empezaron a servir sus propios vinos como acompañamiento de las comidas que elaboraban en el establecimiento. Hacia finales del siglo XIX, los vinos ya se embotellaban y vendían al ejército italiano apostado en Abisinia (hoy Etiopía y Eritrea).
Luego de la Segunda Guerra Mundial, la firma cobró más notoriedad de la mano de Giovanni Gaja, quien empezó a adquirir viñedos en zonas estratégicas de Barbaresco. Fue, sin embargo, de la mano del hijo de Giovanni, Angelo Gaja, que los vinos adquirieron renombre a nivel mundial. Angelo se formó como enólogo en Alba y Montpellier, y tanto su afán por viajar a través de las zonas vitivinícolas más importantes de Europa como su carisma contribuyeron a la constitución de su exitosa empresa.
Gaja forjó una nueva perspectiva internacional a los vinos y fue un pionero en la utilización de la maduración en barrica en el área de Barbaresco. Asimismo introdujo variedades francesas de uva, tales como Cabernet Sauvignon, Chardonnay y Sauvignon Blanc. Como nota de color, su línea de Cabernet Sauvignon lleva por nombre Darmagi, que en piamontés significa «Qué vergüenza». Supuestamente, esa fue la expresión utilizada por su padre al enterarse de este emprendimiento.
Propuesta para el nuevo milenio
Hacia fines del siglo XX, Gaja sorprendió al mundo anunciando que renunciaría a la denominación que había hecho forjado tan exitosamente a lo largo de años de trabajo arduo. En 1999 declaró que todo el vino antes comerciado bajo el nombre de Barbaresco DOCG sería ahora vendido como DOC Langhe Nebbiolo, la denominación general para vinos que contuvieran más del 15% de uvas «extranjeras». Por supuesto, entre ellos estaba incluido uno de sus ejemplares más codiciados y costosos: el Sorì San Lorenzo.
Sorì San Lorenzo es el vino más valorado del Barbaresco. Se produce en una de las tres fincas individuales de los viñedos de Gaja, y es, sin dudas, el vino más resonante de los «Châteaux» de Gaja. El Sorì está situado en la cima de una colina que tiende hacia el sur. San Lorenzo es el patrón de Alba, la ciudad hacia la cual el viñedo está orientado.
Angelo Gaja defendió esta postura al afirmar que el Barbaresco tradicional, hecho del blending de diferentes uvas (considerada una práctica histórica en el área), estaba siendo desprestigiado al considerarse «básico» comparado a vinos embotellados de un solo viñedo; por otra parte, una práctica que Gaja buscaba contrarrestar ansiosamente. Cabe mencionar que el estilo típico de un Barbaresco contiene ramos de rosas o violetas con notas de sabor de cereza, trufas, hinojo y regaliz que, con el tiempo, puede mutar hacia sabores más terrosos y ahumados.
Origen del término
Quizás te preguntes a qué alude el término «Sorì«. Pues bien, es una expresión dialectal piamontesa que se utiliza para designar viñedos de altísima calidad, particularmente las que gozan de la ubicación privilegiada hacia el sur. Efectivamente, fue Angelo Gaja quien introdujo el término en el mundo vitivinícola, al situarlo en el etiquetado de su San Lorenzo Barbaresco 1967. Con el tiempo, productores de toda Italia imitarían esta práctica. Como ves, Gaja no solo forjó su reputación tomando temerarias decisiones a partir de su propia experiencia como enólogo, sino que también mantuvo siempre contacto con su propia raigambre piamontesa, introduciéndolas en el tándem de renovaciones que propondría con coraje al mercado del vino.
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