El vocero presidencial, Manuel Adorni, fue fulminante con la postura que tomó el triunvirato de la CGT ante la propuesta de establecer una mesa de dialogo tripartita con el Gobierno Nacional y el sector empresarial. «No es momento de levantarse, sino de sentarse y dialogar«, sentenció Adorni durante su conferencia matutina.
«El dialogo sigue abierto, no está cortado. Nosotros consideramos que este no es momento para levantarse de ningún lado, sino de sentarse y debatir, que es nuestro objetivo. Todos sabemos lo que viene pasando con el empleo privado la última década, todos sabemos el elevado nivel de empleo informal. Es momento de encontrar consensos y avanzar«, dijo el vocero.
En sus declaraciones, Adorni arremetió contra el sindicato: «Quienes representan a los trabajadores son una parte muy importante, ya que son los más experimentados en la decadencia que se viene viviendo en el país lo últimos 40 años, hablando en términos laborales. Los trabajadores, a pesar de parecer cada vez más representados, tienen una situación mucho peor»
El Ministerio de Capital Humano, a través de la Secretaría de Trabajo, busca establecer instancias de negociación entre el Estado nacional, los sindicalistas y los empresarios. El secretario de Trabajo, Julio Cordero, invitó a la cúpula de la CGT a integrar este «dialogo social» (como lo definieron) con el fin de representar a las uniones gremiales de trabajadores.
A pesar de la predisposición del Gobierno y los grupos empresarios de escuchar las propuestas de la CGT, esta última confirmó que no asistiría por las medidas recientes incorporadas por el Gobierno. Mediante una reunión de directivos de la central gremial, la CGT subrayó los dos puntos esenciales por los cuales no colaborarían con el Gobierno en esta instancia: primero, la reinstauración de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias; y segundo: que la Nación todavía no retiró la apelación por el capitulo cuatro del DNU 70/2023, que incluye una reforma laboral.
