Mirtha Legrand volvió a ponerse al frente de su ciclo en Canal Trece y charló con todos sus comensales. De hecho, Julia Zenko recordó una historia que la marcó a nivel personal y profesional luego de cumplir uno de sus mayores logros como cantante popular.
«Es impresionante cantar el Teatro Colón», comentó la intérprete musical. En ese contexto, Zenko quiso contar una anécdota relacionada al fallecimiento de un ser querido: «Mi papá partió en el año 2000. Cuando se armó los de Las Elegidas, mi papá ya no estaba».
A continuación, la invitada de Mirtha Legrand desarrolló su particular historia: «El partió un 12 de octubre del 2000 a partir de ese día al número 12 lo transformé, en lugar de que sea un día angustiante con tristeza, lo transformé en un día en el que siempre me iban a pasar cosas hermosas».
«Entonces bueno, empezamos a cantar, mi familia va al Colón. ¿Qué palco me dan? El 12. Yo dije: ‘Estás acá, papá'», explicó Julia sobre el momento en el que volvió a sentir cerca a su padre. Y concluyó: «El me decía: ‘Ay mirá cuando cantes el Colón’. Quería recordar esto, muy lindo».
Julia repasó su biografía
Antes de asistir al programa de Mirtha Legrand, la famosa cantante se remitió a sus primeros instantes en el mundo: «Mi mamá siempre me contó que nací con placenta previa y en ese parto casi me muero. Y casi se muere ella. Y no puedo armar mi árbol genealógico. Yo preguntaba mucho de chiquita y descubrí que mi abuelo materno no era, en realidad, mi abuelo biológico o que mi papá Roberto se cambió el nombre porque al llamarse Israel, cuando vino de Polonia, le decían judío de mierda. Y había otros secretos que no eran los comunes de las familias. Pero no los voy a spoilear»
«Nunca fui una artista mediática. Y no interesó saber demasiado de mi historia. En general me llaman para cantar. Nunca mostré mi faceta sufrida», relató sobre el camino que eligió para transitar la fama que adquirió tras su éxitos. «Todo el mundo me dice que tengo una hermosa sonrisa, que sonrío todo el tiempo. La predisposición a lo positivo me ayudó con mi exenfermedad. Lo que me pasó con el libro fue que los recuerdos me hicieron sentir mal. Pero luego volví a escribir. Por otro lado, no escribo canciones. Admiro a quienes las escriben», finalizó Zenko.
