Un apagón informático masivo asociado al sistema operativo Windows provocó caos en aeropuertos, bancos, empresas de salud y medios de comunicación en todo el mundo. La falla, atribuida a una actualización defectuosa de un programa antivirus de la compañía de ciberseguridad Crowdstrike, generó pantallas azules con el mensaje de “error fatal” en numerosas terminales. Por ahora, se descarta que haya sido un problema de ciberseguridad o delito informático.
En el aeropuerto de Barajas en Madrid, largas filas de pasajeros se formaron debido a vuelos retrasados por el apagón tecnológico. Escenas similares se vivieron en el aeropuerto de Sídney, donde los aviones permanecieron en tierra y los pasajeros no pudieron registrarse para sus vuelos. La confusión también se extendió al aeropuerto Narita de Tokio, afectando a aerolíneas como JetStar, Jeju Air, Qantas, HK Express y Spring Japan. Todo fue reportado en las redes sociales.
En Europa, el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam registró demoras significativas, con la aerolínea KLM suspendiendo muchas de sus operaciones. En Estados Unidos, aerolíneas como United, Delta y American Airlines emitieron un “alto en tierra global” para todos sus vuelos. En India, el aeropuerto Indira Gandhi de Nueva Delhi recurrió a un sistema manual para manejar el caos, pidiendo a los pasajeros que llenen tarjetas de embarque a mano.
El origen del problema que afectó a miles de empresas en el mundo
Crowdstrike, fundada en 2011, fue señalada como la responsable del problema. El director ejecutivo, George Kurtz, reconoció el defecto y afirmó que estaban trabajando activamente con los clientes afectados para solucionar el problema. Aseguró que los servidores de Mac y Linux no se vieron afectados y descartó que se tratara de un ciberataque.
La empresa, que cotiza en bolsa desde 2019, ha jugado un papel clave en la protección de datos corporativos y en la investigación de ciberataques. Sin embargo, este incidente ha impactado gravemente su reputación, con una caída del 20% en sus acciones en la bolsa de EE.UU., lo que representa una pérdida de valor de 16.000 millones de dólares en un día.
El impacto del apagón se extendió a otros sectores. En el Reino Unido, la bolsa de valores de Londres experimentó problemas temporales, mientras que las líneas ferroviarias de Londres advirtieron a los pasajeros sobre demoras debido a «amplios problemas informáticos». El sistema de salud pública británico (NHS) también informó de problemas con sus sistemas de citas y consultas.
En Alemania, dos hospitales se vieron obligados a cancelar operaciones no urgentes, y el comité organizador de los Juegos Olímpicos de París reportó problemas en sus sistemas informáticos, aunque aseguró tener planes de contingencia a una semana de la inauguración de los Juegos. Microsoft informó que la causa subyacente de la falla había sido corregida, pero que el impacto residual continuaba afectando algunos servicios.
