Marcelo Polino no se calló nada y destapó el motivo de la ruptura que produjo un verdadero impacto en el mundo del espectáculo. En una de sus apariciones recientes en Canal Trece, el artista se refirió a lo ocurrido en la vida sentimental de Fátima Florez, a quien conoce de cerca por la amistad que pudo forjar.
De entrada, Polino recordó cómo fue su convocatoria para formar parte del show de la imitadora. » Guillermo Marín me dijo ‘vos tenés que venir con Fátima Florez que es una mujer muy tranquila’. Al mes se pone de novia con Javier Milei», dijo el comunicador entre risas.
Además, Marcelo Polino se refirió al momento en el conoció a la pareja de Fátima Florez de manera oficial. «Compartí una merienda y después el cumpleaños de Fátima también, la pasamos muy bien. Conocí a Karina, que hay una imagen muy fuerte, el presidente la presenta como el jefe», relató el famoso. «Estaban muy enamorados y se terminó el amor. Como pasa siempre», acotó el presentador para concluir con el tema.
Fuerte relato
Además de sus vivencias con Fátima Florez, Marcelo Polino recordó cuando puso un negocio al que no le fue bien. «Me fundí. Yo puse toda la plata porque dije ‘en algún momento me voy a cansar de boludear en la tele y quiero tener como una pequeña empresa’», rememoró el integrante de la farándula local sobre el emprendimiento que no salió de acuerdo a sus expectativas.
«Me puse un local en Santa Fe y Callao. Era divino. Caro, todo de primera línea», detalló el comunicador de Radio Mitre. «Tenía dos empleados. Pero por ahí yo estaba grabando y me llama Mati, mi asistente, y me decía: ‘Faltó la chica de la mañana’. Y yo estaba ‘¡0, 1, 2!’ Y llegó un momento en el que me harté. Me quedó un remanente bastante grande de calzoncillos… había, no sé, 500. Pero lo gracioso es quién me ayudó a venderlos, nadie se lo puede imaginar», continuó.
Por último, Marcelo Polino manifestó que su negocio fallido tuvo un final mejordel que esperaba: «Un día estaba haciendo mi programa en América, ‘Ponele la firma’ y yo puteab*: »Tengo los calzoncillos, la guita que gasté’. Y estaba Luis Beldi, el periodista y me dijo ‘Te voy a contactar con alguien que te va a comprar los calzoncillos’. Yo, gracias a Luis Beldi, a quién nunca más volví a ver, vendí todos los remanentes de calzoncillos».
