Fernando Burlando se expresó de manera contundente contra Gustavo Valdés, exigiendo transparencia y responsabilidad en sus acusaciones. «Me da la sensación que un tipo que no da nombres es un tipo que está todo cagado. Estaría bueno, si menciona caranchos, que diga quiénes son los caranchos… Si vos tenés que decir algo Valdés, decilo de frente«, apuntó.
El crítico no se quedó ahí y manifestó su descontento con las actuaciones judiciales recientes. «Lo que vimos hasta el día de hoy es que los caranchos son los que pretendieron plantar pruebas, inventar, la interferencia y obstrucción del secreto de sumario, la Justicia que no hacía lo que tenía que hacer. Esos son los caranchos», afirmó, subrayando la gravedad de las acciones que denuncia.
Además, le envió un mensaje directo a Valdés, recordándole un caso polémico en Corrientes: «Pasó en Corrientes, Loan desapareció en Corrientes. La Justicia de la provincia fue un desastre. Tenga autocrítica, señor gobernador». Enfatizó la necesidad de que las autoridades locales asuman la responsabilidad por sus fallas.
El crítico cuestionó la actitud fría y calculada de las autoridades en el manejo del caso. «¿Se puede tratar tan fríamente una situación para plantar pruebas, una coartada nefasta e infantil y usted levantar la bandera del éxito de la investigación? Póngase en el lugar de esta familia», añadió, destacando la falta de empatía y humanidad en el tratamiento del caso.
La desconfianza hacia Valdés quedó clara en sus palabras finales, donde expuso más detalles sobre las acciones cuestionables del gobernador y su equipo. «¿Cómo vas a confiar en un tipo que lleva a una testigo falsa, a mentir, que le dan guita, que utiliza un senador, que el senador aprieta a la gente?», concluyó, evidenciando su profunda indignación y exigencia de justicia.
Estas declaraciones han generado un fuerte impacto y ponen en el centro de la discusión la integridad y transparencia de las autoridades provinciales. La exigencia de una autocrítica y la necesidad de justicia para los afectados marcan el tono de un debate que no parece tener un fin próximo.
