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ESPECTÁCULO

«Sus últimas horas»: angustia nacional por lo que sucede con Chiche Gelblung

Conmoción total en los medios argentinos.

Chiche Gelblung

No hay dudas de que Chiche Gelblung es uno de los periodistas más reconocidos en el medio argentino. A sus 80 años, el comunicador ha tenido todo tipo de experiencias, y es que siempre ha ido en busca de la verdad periodística. En una reciente entrevista, el escritor recordó sus inicios en el periodismo y lo diferente que era hacer televisión antes.

«Cuando arranqué tenía en mi oficina un cartelito con una frase que escribió Constancio Vigil en la década de 1920. Decía que al lector siempre hay que pegarle en algún lado: en la cabeza, en el estómago, en las b… Lo dijo cuando recién empezaba a armar una editorial que resultó ser excepcional», comenzó Chiche Gelblung en conversación con La Nación.

Luego, recordó: «Cuando se mata Yabrán, que había sido una cobertura muy intensa de nuestra parte, un tipo se acerca para ofrecerme el video de la fiesta de cumpleaños de 15 de Melina, la hija preferida de Yabrán. Era una fiesta como las de Las mil y una noches y una joya como material periodístico. Fue un viernes a la tarde y me pedía 40.000 dólares».

«Conseguimos la plata no sé cómo, nos aseguramos el video y el canal empezó a promocionarlo. Iba a salir ese domingo. Hasta que recibo un llamado de la viuda de Yabrán. Me dijo que no podíamos mostrar eso al aire porque íbamos a destrozarla a ella y a Melina. Decidí no darlo y tuve que enfrentarme al canal, que había puesto los 40.000 dólares cash», continuó el periodista.

«Estoy orgulloso de la decisión que tomé. Me moría de ganas de darlo, pero no podía. ¿Qué hacés si te llama la viuda y te dice que le vas a destrozar la vida a ella y a su hija? Le dije: OK, hoy no lo paso, pero me lo voy a guardar un año y en ese momento lo voy a mostrar. Y así pasó. Siempre hay un límite. Igual hay cosas que se te escapan», aseguró Gelblung.

«Cuando mataron a José Luis Cabezas surgió una polémica sobre su cámara de fotos, si se había quemado o no en el auto. Compramos un auto igual, una cámara igual y les prendimos fuego. Y pusimos en el lugar del conductor una cabeza de cordero. Yo me arrepentí mucho de haber puesto eso al aire. Gastamos una fortuna pero no debimos darlo. Como los monitores son muy feos, no pude verlo bien y darme cuenta que no teníamos que poner eso al aire», reveló.

Finalmente, Chiche Gelblung rememoró: «Nunca inventamos una historia, contamos exactamente lo que pasó. Cuando falleció el hijo de Mirtha Legrand hicimos una recreación de sus últimas horas, cuando Mirtha se convirtió en madre dolida de su hijo agonizante. Lo que armamos fue toda una dramatización, pero la imagen parecía tan real que Oscar Salvi, el abogado de Mirtha en ese momento, llegó a preguntarme si de verdad habíamos puesto una cámara en ese lugar».

Chiche Gelblung