El Ministerio de Economía anunció una medida para aliviar la carga fiscal de los comercios en toda la Argentina: a partir del 1 de septiembre, se eliminarán las retenciones a cuenta de IVA y Ganancias en las ventas realizadas con tarjetas de crédito, débito y otros medios electrónicos. Esta decisión no solo beneficia a las pequeñas y medianas empresas (pymes), sino también a los consumidores, generando un impacto directo en la economía cotidiana.
Hasta ahora, cuando alguien pagaba con tarjeta, una parte del monto de la venta era retenido por el Estado en concepto de anticipos de IVA y Ganancias. Con esta nueva normativa, ese dinero queda inmediatamente disponible para el comerciante, salvo que el producto o servicio a adquirir cueste más de 11 millones de pesos. La medida fue publicada en el Boletín Oficial bajo Resolución General 5554/2024.
Para entenderlo mejor, imagina que compras un café con tu tarjeta de débito por $500. Antes de la medida, si el comercio tenía retenciones, solo recibiría, por ejemplo, $450 de inmediato, ya que $50 se destinaban a anticipos fiscales. Ahora, con la eliminación de las retenciones, el comercio recibirá los $500 completos en su cuenta, lo que le permite reinvertir ese dinero rápidamente en su negocio.
Beneficios para los comerciantes y los consumidores
Este cambio no solo es un alivio para los comerciantes, que ahora tienen más flujo de efectivo, sino también para los consumidores. Al no estar obligados a retener esos montos, los comercios pueden ofrecer descuentos más atractivos o, al menos, evitar cobrar un recargo por el uso de tarjetas. Esto es especialmente relevante en un contexto donde muchas veces se incentivaba el pago en efectivo con descuentos, lo que desincentivaba el uso de medios de pago electrónicos.
El Ministerio de Economía resaltó que la medida fomenta la formalización de las transacciones y la inclusión financiera. Al no penalizar con retenciones las ventas con tarjeta, se espera que más comerciantes prefieran este método de pago, lo que aumenta la transparencia y reduce la economía informal. A largo plazo, esto podría generar un entorno económico más saludable y previsible para todos.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) calificó la medida como «positiva», ya que al no tener que lidiar con estas retenciones, los comerciantes tienen más incentivos para vender y expandir sus negocios. Además, la disponibilidad inmediata del dinero de las ventas podría significar una mejora en las condiciones de financiación y un impulso a la economía en su conjunto.
En un momento en que las ventas minoristas pymes han mostrado una caída significativa, esta medida es vista como un primer paso hacia la recuperación.