(Por Carolina Mena Saravia para El Intransigente).- Los hermanos Roca siguen apostando a la innovación y a la excelencia en gastronomía. Inquietos y pujantes, abren las puertas de su nueva apuesta: Vii, el restaurante donde centran toda la atención en el maridaje entre vinos naturales y manjares de la cocina tradicional catalana en Gerona, con un concepto innovador en cuanto a la variedad y accesibilidad de sus platillos.
La idea es combinar vinos naturales de productores apreciados por los hermanos Roca con un menú sencillo, inspirado en la cocina tradicional catalana que servía el Bar Roca en los años setenta. Todo un desafío, teniendo en cuenta la vasta experiencia que tienen seguramente el éxito les mostrará una vez más su lado más optimista.
Joan, Josep y Jordi Roca, artífices del éxito de sus galardonados locales gastronómicos, dan la bienvenida a Vii, bar de vinos y tapas en la Plaça del Vi de Gerona, una ciudad al este de España, casi al límite con Francia, corazón catalán, con pura identidad gerundense.
En el ADN de los Roca está la gastronomía. Los hermanos se criaron entre aromas y cacerolas, sus padres Josep Roca y Montserrat Fontané eran dueños de un restaurant de comida catalana llamado Can Roca, por eso, cuando en 1986 decidieron emprender la aventura de abrir uno nuevo, los hermanos se instalaron al lado, llamándolo El Celler de Can Roca. La familia unida, y cerca, doble garantía.
Hoy, Montserrat Fontané, a la que llaman simplemente Montse, sigue preparando los exquisitos desayunos para el plantel del restaurante. La imagen de su padre y la cultura de trabajo de ambos es lo que mantiene unidos a los hermanos, el recuerdo del pasado y la visión en el porvenir. Una sólida base que garantiza los triunfos.
Cada cual atiende su juego
Sí, porque en este plan, nada estuvo librado al azar. El hermano mayor, Joan, estudió gastronomía en el Instituto Escuela de Hostelería de la misma ciudad de Gerona. Nada de París en ese momento. La sensatez lo llevó a practicar en diferentes locales gastronómicos antes de decidirse a emprender el negocio familiar con sus hermanos, demostrando que a las cualidades innatas siempre es necesario sumar sacrificios personales y una buena dosis de perseverancia. Hoy, la intensa orientación de Joan gira hacia la calidad buscando lograr con técnicas innovadoras verdaderos platos que conserven el espíritu catalán característico.
En esta orquesta, el puesto de sumiller y director de sala corresponde a Josep “Pitu” Roca. Es quien se encarga del diseño de la carta de vinos, con renombradas etiquetas de todo el mundo, que goza de prestigio internacional. Él también cursó sus estudios en el Instituto Escuela de Hostelería de Gerona, y como buen sumiller capta a la perfección el espíritu de los platos de su hermano Joan para ensamblarlos acertadamente con el prestigio de los vinos que integran la nómina dorada. Todo un acierto, no solo la fría letra de la teoría tiene la última palabra, la sensibilidad, en estos casos, juega un papel determinante.
Llegó el turno de presentar al benjamín de la familia, Jordi. Como una pieza de rompecabezas, el hermano menor decidió estudiar pastelería en la misma institución donde sus hermanos cursaron sus estudios. Todo empieza y continúa en Gerona, la creatividad y la innovación técnica que Jordi le imprime a la etapa final del menú lo llevó a ser reconocido internacionalmente.
El primero de una larga lista
El Celler de Can Roca fue el primero de una larga lista de desafíos. Hoy tiene tres estrellas Michelin, que fue adquiriendo con el correr del tiempo. La primera en 1995, la segunda en 2002 y la tercera en 2009. Una constelación para la excelencia en todo. No en vano, tiene un lugar privilegiado en la escena internacional, y en la lista de “The World’s 50 Best Restaurants” obtuvo varias veces el galardón de Mejor Restaurante del Mundo.
Y llegó el turno de los postres, con Rocambolesc, Heladería y Confitería y Bikinería, que se alza como la meca de estos manjares fríos. El encargado es Jordi, y aunque la apertura del primer local fue en Gerona, hoy en día cuentan con sucursales en distintos puntos de España. Mas Marroch es el área de banquetes y eventos que los hermanos inauguraron en una masía del siglo XV en las afueras de su tierra natal.
Con Casa Cacao, los hermanos se lanzaron al mundo de los golosos, donde el chocolate es el rey. Pero esta tienda no llegó sola, además de brindar un chocolate de primerísima calidad, viene de la mano de un hotel.
Con Roca On Tour pasean sus proyectos por el mundo, llevando su peculiar gastronomía a Hong Kong, Londres y otros lugares, organizando eventos especiales y presentaciones conjuntas con prestigiosos chefs de los lugares que visitan. Esperit Roca Destilería invita a comprar “online” bebidas de alta calidad como Aguardiente de Garrofa, un refinado aguardiente de algarroba; Ginebra de Te de Roca, un gin minimalista; Licor de Cacao y Ginebra de Cacau. Toda una paquetería, que desde su página web invita a participar del festín de los sentidos.
Los platos fuertes
A sus conocidos ostra al palo cortado, ostra marinada en jerez palo cortado con acompañamiento de gelatina de manzanilla y combinada con vino andaluz, sus anchoas con pan de mar y vinagre de riesling, anchoas con pan crujiente aderezada con vinagre de vino riesling, o el pichón a la brasa con vinagreta de sésamo y algas, Vii incluirá novedades como gírgolas de castaño fritas con salsa romesco, por tan solo seis euros o alitas de pollo fritas con salsa brava especiada, por la nada despreciable suma de siete euros. Los frutos de mar están a la orden del día, el camarón blanco frito y los calamares a la romana también serán de la partida.
Una propuesta, sin dudas, distinta será la que ofrecen nuevamente estos hermanos. A su universo de sabores se suma un plan accesible para que los jóvenes aprendices del buen vivir puedan por unos cuantos pocos euros degustar los manjares de los hermanos Roca, tres estrellas Michelin, de Cataluña para el mundo.
