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VIDA Y ESTILO

Château Margaux: el Premier Cru que dio su nombre a una estrella

Un vino tinto que ha inspirado pasiones y vítores entre los cultores más refinados.

Château Margaux es una finca de la región de Burdeos, Francia. Es potencialmente el exponente más seductor de la apelación Haut-Médoc. En su máximo esplendor, los vinos de Margaux combinan el intenso color rojo rubí, la estructura y concentración de cualquier gran exponente de calidad del Médoc con un hechizante perfume y una textura más sedosa de las que pueden hallarse al norte, en Staint-Julien, Pauillac y Saint-Estèphe.

Cosechas de mediados del siglo XX de sus propiedades más finas (además del Château Margaux propiamente dicho, cabe mencionar al Château Palmer) han demostrado con creces aquella afirmación y, asimismo, contribuyeron a desarrollar el prestigio de Margaux. Esta es la más sureña, aislada y extensa de todas las denominaciones comunales de Médoc. Dado a que se elabora a partir de muchas parcelas no contiguas de los mejores espacios del viñedo, la denominación no se limita de manera estricta a la finca de Château Margaux, sino que se extiende a comunidades vecinas tales como Cantenac, Soussans, Labarde y Arsac.

Características de los dominos Margaux

En total, casi 1500 hectáreas fueron calificadas para la denominación Margaux a mitad de la década de 2010. Dentro de sus límites hay evidentes e inevitables variaciones tanto en topografía como en el tipo de suelo. Dentro de la denominación se cuentan la caliza, la creta, la arcilla y la arena, pero los vinos más elevados deberían provenir de afloramientos gentiles donde predomine la grava y el drenado sea óptimo.

Margaux ha gozado de numerosas distinciones y se incluyeron más propiedades de la comuna Margaux (más de veinte) en la Clasificación de Médoc de 1855 que cualquier otra denominación. Entre las décadas de 1970 y 1990, especialmente, una sustancial cantidad de châteaux fallaron en su intento de alcanzar al Château Margaux en lo que respecta a la calidad en la producción de vino (cabe señalar que Château Margaux calificó como Premier Cru en 1855).

Existen muchas confusiones entre Château Margaux y el nombre dado a los vinos genéricos de la comuna homónima, ya que en el registro coloquial a ambos se los refiere de la misma manera. Cabe señalar que el primero cuesta ostensiblemente más que los últimos.

Historia del Château Margaux

Con viñedos que datan desde el siglo XVI, Château Margaux fue uno de los cuatro nuevos tintos franceses capturados en las guerras anglofrancesas del siglo XVIII y era vendido en cafés y pubs londinenses. Durante la Revolución de 1789 se embargó el Château, luego de que su propietario se exiliara en Inglaterra.

Durante el siglo XX, Château Margaux pasó por diversas manos cuyas gestiones fueron poco exitosas. En 1977, el grupo francés Félix Potin adquirió el château. El dueño del grupo, André Mentzelopoulos, un griego radicado en Francia invirtió una cuantiosa cantidad de dinero para restaurar el descuidado viñedo. A fines de 1980, Mentzelopoulos falleció y la finca pasó a manos de su hija y su nieta, Laura y Corinne, respectivamente. El director de la estancia, Paul Pontallier, asistió a las herederas en lo que, sorpresivamente, pasó a ser el período de mejores cosechas. La estancia consta de 80 hectáreas de vides de uvas tintas cultivadas con un 75% de uvas Cabernet Sauvignon, un 20% de Merlot y un 5% de Cabernet Franc y Petit Verdot.

La inspiración artística

Ernest Hemingway (1899-1961) fue un escritor norteamericano, célebre por sus trabajos de narrativa y de no-ficción. Entre sus grandes obras podemos mencionar «Por quién doblan las campanas», «El viejo y el mar», «Adiós a las armas» y «Fiesta». Su obra literaria lo hizo acreedor del Premio Pulitzer, en 1953, y el Premio Nobel de Literatura, en 1954.

Hemingway es recordado por su declarada afición a la bebida. Este hábito, sin duda, impactó en su vida familiar, signando el destino de gran cantidad de sus familiares directos en la tragedia y la desdicha. Su hijo, Jack Hemingway, heredó de su padre el amor por la literatura, la pesca y la bebida. Así, decidió bautizar a su hija en honor a este vino que, cuenta la leyenda, estaba bebiendo con su pareja la noche en que la concibieron. Nos referimos a la supermodelo y actriz, Margaux Hemingway.