El Instituto Malbrán, ubicado en la Ciudad de Buenos Aires, confirmó el primer contagio en territorio nacional de viruela de mono, la enfermedad que se convirtió en epidemia en Africa y que llegó a Europa y Norteamérica. El enfermo es un joven de 22 años de la localidad de San Isidro, al norte del conurbano bonaerense.
Según apuntaron las autoridades médicas, el joven no había realizado viajes al exterior, por lo que contrajo la enfermedad en el territorio nacional. Por ordenes del Instituto Malbrán, el enfermo fue aislado en su domicilio hasta que responda favorablemente al tratamiento para curar las eventuales heridas provocadas por la enfermedad.
Viruela símica: fortalecemos la prevención y las acciones de vigilancia, detección y diagnóstico de la enfermedad.
— Ministerio de Salud de la Nación (@MinSalud_Ar) August 15, 2024
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El caso se detectó en el Hospital Municipal de Boulogne, en San Isidro. Desde que comenzó a expandirse la enfermedad en 2022, en Argentina hubieron 1.158 casos confirmados de mpox, o viruela del mono. En 2024, el caso recién detectado sería el décimo confirmado.
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró emergencia internación por la expansión de la viruela símica. La enfermedad, habitual de las zonas centrales y occidentales de África, se transmite principalmente mediante relaciones sexuales, mediante el contacto con las lesiones cutáneas que provoca. Sus variantes se transmiten también mediante vía respiratoria y por el contacto con materiales infectados.
Luego de que se declarara la emergencia, el Ministerio de Salud confirmó otros dos casos de viruela del mono en el país, los infectados en este caso son dos hombres, de 34 y 25 años, que estuvieron en contacto con el virus en el exterior, uno en México durante junio y le otro en Brasil en julio.
Los principales síntomas de la enfermedad son la fiebre, dolores de cabeza y musculares, decaimiento e inflamaciones ganglio linfáticas, pero la mayor muestra de la enfermedad es la aparición de erupciones y ampollas en la piel. Estas heridas, con contenido líquido y costras, suelen encontrarse principalmente en la cara, manos y zonas génitales.
