No hay dudas de que Carolina Amoroso es una de las periodistas más destacadas hoy en día en los medios argentinos. Es gracias a su perseverancia y profesionalismo que la comunicadora se ha ganado el reconocimiento con coberturas de alto impacto internacional, donde se ha arriesgado para mostrar al público lo que en verdad sucedía en lugares realmente hostiles.
Es por esto que Carolina Amoroso fue elegida por TN para viajar a Venezuela y cubrir las elecciones que tuvieron lugar el pasado 28 de julio, donde Maduro volvió a ser reelecto como presidente. Pero la periodista esta cobertura tuvo un condimento más movilizante, y es que cuando era chica, a los 11 años, vivió en dicho país cuatro años junto a su familia.
Después de días de mostrar la tensión que se vivió post elecciones en las calles de Venezuela, Carolina Amoroso se mostró muy dolida al tener que comunicar su regreso a la Argentina. Tras expresarse en sus redes sociales, la periodista habló con Gente para dar más detalles al respecto. Según explicó, ella y su equipo debieron volverse ya que la VISA que recibieron para ejercer sus funciones vencía este fin de semana.
«Quiero destacar el amor, el compromiso y el respeto que siento hacia la causa Venezuela. Que sepan que no están solos», expresó Carolina Amoroso. «Mi vuelo fue cancelado… Viajé por un vuelo de una aerolínea comercial pero fue un vuelo chárter especial, porque incluso tengo colegas que están saliendo de Venezuela hacia Madrid o Portugal para poder regresar a la Argentina. Por suerte, a mí me tocó viajar por Santo Domingo», detalló.
Movilizada por tener que abandonar Venezuela en estas condiciones, Carolina Amoroso manifestó: «Para mí cualquier paso por Venezuela tiene gusto a poco, porque es un país que fue mi casa. No entiendo por qué tengo que atenerme a un visado de unos días cuando es un lugar que fue mi casa. Pero conociendo la fuerte y opresiva realidad en la que vive Venezuela bajo este régimen, la verdad que es lógico lo que sucede también con la estancia permitida a los periodistas de afuera».
«Estuve ahí en horas críticas. Hice lo mejor que pude. Ojalá lo haya logrado… Para acompañar, para mostrar y mostrar la esperanza con la que fueron los venezolanos a votar el 28 de julio. Y también para mostrar la furia y la impotencia también con la que se encontraron: con lo previsible que era el fraude. Y sin dejar de contar el deseo de seguir luchando por la libertad, que vale y mucho», continuó.
«Mi trabajo era ese, mostrar la verdad de lo que sucede en Venezuela. Un país que está muy lejos de haberse arreglado como se quiso instalar, un país dolarizado donde los jubilados cobran 3 dólares. Un país donde los barrios no tienen acceso a los servicios básicos, donde los jóvenes piensan en emigrar, y las madres lloran porque no saben cuándo van a volver a ver a sus hijos», cerró la periodista.